Jay Reatard ha sido uno de esos personajes que parecen arder rápidamente, en una frenética combustión creativa que acaba con una desaparición temprana. El rockero de Memphis, de 29 años, apareció muerto en su cama el martes, sin que estén todavía claras las causas del fallecimiento: al parecer, se había quejado de síntomas similares a los de la gripe, pero se ha abierto una investigación sobre los hechos. Jay, que en realidad se llamaba Jimmy Lee Lindsay Jr, empezó su carrera con sólo 15 años y adquirió fama con la banda The Reatards. De él siempre se mencionaba su acelerado ritmo productivo, con incontables singles que se pisaban unos a otros, y su incontrolado directo, que incluye episodios de violencia contra fans que habían invadido el escenario, pero también habría que recordar su talento para el gancho melódico en un género, el punk más garajero, que no anda sobrado de esa virtud.

En poco más de quince días, por cierto, han muerto dos de los artistas que mencionaba entre mis discos favoritos de 2009. Les dejo con dos píldoras de Reatard en un directo un poco cacofónico, y quizá no resulte inapropiado que una de ellas sea la memorable An Ugly Death.