De vez en cuando, este gran circo del rock da lugar a diálogos fascinantes. Resulta que en la ciudad finlandesa de Tampere han cancelado el último espectáculo de Alice Cooper basándose en “valores cristianos”. Sólo puntualizaré que Tampere es la ciudad de procedencia de bandas tan poco piadosas (y tan recomendables) como Circle Of Ouroborus, Horna o Behexen, pero, por lo demás, me limito a copiar y traducir: “Las actuaciones que incluyan representación de falsos dioses, demonios, maldad y fuerzas de la oscuridad (…) están altamente prohibidas”, reza el comunicado que enviaron al bueno de Alice.
Lo cual no deja de ser gracioso en un país que ganó el festival de Eurovisión con Lordi, esos monjes trapenses, pero se supone que se refiere sólo al recinto en cuestión, el Tampere Areena. De todas formas, lo mejor ha sido la respuesta de Alice Cooper, que es un tipo estupendo: “Era una ciudad de Finlandia donde el lugar de la actuación era muy conservador -ha comentado-. Pero, ¿sabes?, como yo mismo soy cristiano me limité a poner la otra mejilla. No lo acabé de entender. Aquí está lo que yo respondería a eso: si estuviese haciendo Macbeth, ¿estaría bien? Todo el mundo diría que Macbeth está bien. Pues bien, Macbeth es como el doble de sangriento que cualquier cosa que yo fuera a hacer”.
Bufff, qué ganas me han entrado de oír metal: me bajo a ver a P.E.S.C.H. y Rise To Fall en Bailén, a ver si ellos hacen algo de falsos dioses y fuerzas de la oscuridad y todo eso. Porque a recitar a Shakespeare seguro que no se atreven.