Pssssst, no se chiven a mis admirables compañeros, pero suelo leer la sección de Política un poco por encima, en un torpe intento de que mi buen humor matinal sobreviva hasta la hora de comer (y les aseguro que frases absolutistas y solipsistas como “ni el PP ni el PSE conocen a este pueblo” me fulminan la sonrisa). Sin embargo, con esto de las elecciones, de repente tenemos unas páginas de Política que parecen la Rolling Stone. Los partidos han debido de ver algún reportaje sobre la importancia de la música en la campaña de Obama y se han puesto a preparar playlists que den una idea moderna y cosmopolita de sus líderes. El PNV tira en vivo y en directo de la cantante negra Sheilah Cuffy y de las txalapartaris gemelas Ttukunak (las tienen en la foto de arriba y… ¡han colaborado con John Zorn!). Patxi López, que ya saben que es fan de Los Punsetes, recurre a canciones de Duffy, de Tequila, de Mikel Laboa y… ¡del orondo hawaiano Israel Kamakawiwo’ole! Y el PP anuncia que se presentará en Vitoria con un concierto de Pitingo, aunque en este caso no se me ocurre nada para destacar entre exclamaciones.
Qué bien, a lo mejor llega un día en el que quitan la parte hablada de los mítines.
Actualizado el 28 de enero: miren, miren, ya les decía yo. Lo que me parece alucinante son los comentarios de algunos lectores sobre “hacerse el vasquito”. Por dos razones que se complementan de una manera un poco rara: primero, porque, que yo sepa, Patxi López es vasco, de Portugalete; segundo, porque a mí también me gustan Kortatu, peregriné en su momento a conciertos de Negu Gorriak y no tengo nada de vasco ni pretendo hacérmelo. Vamos, que Logroñokoa naiz eta harro nago. Y ya vale de fronteritas culturales.