A estas alturas, yo creo que quedan pocas dudas de que, en el futuro, no almacenaremos en casa (o, mejor, no almacenarán) ni discos, ni películas, ni quizá libros. Y, seguramente, tampoco atiborraremos de emepetreses, avis y demás el disco duro del ordenador. Los contenidos culturales que antaño archivábamos en esos contenedores obsoletos se nos […]