Chad VanGaalen es un cantautor canadiense de voz peculiar y físico larguirucho que firmó una de mis canciones favoritas de los últimos años, Clinically Dead. La letra de aquel tema empezaba así: “Él estaba clínicamente muerto, pero el motor de dentro de su cabeza todavía funcionaba, así que le enchufaron a una máquina y dejaron que su cerebro soñase”. Parece que a VanGaalen, un introvertido geniecillo de dormitorio que escribe cientos de canciones al año, le privan las alusiones a la muerte. Willow Tree, el tema que abre su nuevo álbum, es una preciosa miniatura de indie folk (perdón por la superflua etiqueta) que incluye frases como “cuando esté muerto será cuando sea realmente libre” y un estribillo que no me imagino encabezando las listas de éxitos: “Puedes tomar mi cuerpo, ponerlo en una barca, prenderle fuego… Puedes usar keroseno”. ¿Y Hallelujah les parecía deprimente?
Aquí tienen en directo al sandunguero Chad en un antro de Toronto.