Soy uno de esos personajes aburridos y tristones que utilizan en su teléfono móvil el sonido clásico de un timbre. Sí, ya sé que es una opción sosona, como de pensionista, cuando existen propuestas tan rejuvenecedoras como el conejo orejibajo de los mimitos –“eres tú mi peluchito”, canta el bicho, que muy listo no parece– […]