La industria informática en España está al nivel que nos corresponde por gasto en innovación y desarrollo: cada tres años se publica un videojuego, por lo general sólo para PC. Este año le ha tocado a la secuela de ‘Runaway’, de Péndulo Studios. La etiqueta ‘made in Spain’ conserva cierto tirón en el mundillo. Hasta los más jóvenes, que no lo vivieron, tienen referencia por medio de la generación anterior de jugadores y las páginas de ‘abandonware’ de lo que se llamó “la edad de oro del ‘soft’ español”, que corresponde a la segunda mitad de los años ochenta y primeros noventa. Compañías como Dinamic, Ópera y Topo Soft y títulos como ‘La abadía del crimen’ y ‘PC Fútbol’ son referencias míticas.
Hoy existen tantas compañías como en aquella época y trabajan en el sector más personas que entonces. Solamente Pyro, creadora de la saga ‘Commandos’, emplea a un centenar. Sin embargo, cuesta horrores publicar un juego, incluso con FX Interactive, heredera de Dinamic, al frente de la distribución. Con este panorama, que una aventura gráfica en 2D, publicada sólo para PC y además española figure en las listas de los juegos más vendidos es un auténtico milagro. Sobre todo porque ‘Runaway 2’, por más simpatía que le tengamos, está a años luz de la excelencia entre las aventuras de su género, alcanzada hace la friolera de quince años por los ‘Monkey Island’, ‘Indiana Jones’ y ‘Maniac Mansion’, y juega en una división inferior a películas interactivas actuales como ‘Fahrenheit’. Teniendo esto en cuenta, merece un vistazo.