Me seduce la idea de los infinitos universos paralelos donde todo cuanto puede suceder, ocurre. Que haya, por ejemplo, un universo en que sigo jugando a ‘Beyond the Sword’, última expansión de ‘Civilization IV’, hasta que retiran mis restos de la silla con una rasqueta. Hablamos de estrategia por turnos. ‘Civilization IV’ es la cumbre del género del “what if”. No es sólo que haya cinco o seis maneras distintas de ganar una partida, es que las variantes se multiplican por el número de participantes, escenarios y condiciones de victoria. Por lo que respecta a toda la saga ‘Civilization’, se lució quien dijo que los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. ¡La repiten encantados de la vida!
La expansión incorpora algunas novedades al motor del juego original: las multinacionales, un puñado de líderes y civilizaciones, más unidades, edificios y maravillas. Pero estos son cambios de menor entidad. La adquisición de ‘Beyond the Sword’ la justifican los escenarios que prepara Firaxis. ‘Civilization IV’ está programado de forma que los jugadores puedan crear sus propios ‘mods’, mapas y reglas de juego, pero en términos de jugabilidad, equilibrio y regalo para la vista, no hay nada como unos buenos escenarios oficiales. ‘Beyond the Sword’ viene con una docena. Los hay ambientados en el espacio, en la era glacial y en la II Guerra Mundial, y hasta un ‘remake’ de ‘UFO: Enemy Unknown’, un juego táctico montado sobre el motor de un juego estratégico. Así es ‘Civ4’ de versátil.