Tenía previsto escribir un post sentidito y elegiaco sobre el final del Metalway guerniqués, pero la realidad es un correcaminos y yo cada vez me parezco más a un perezoso colgado de un árbol. Con lo que hemos sabido en los últimos días del Bilbao Live (disculparán que me salte la propaganda que han insertado en el nombre), quedaría un poco ridículo rasgarse las vestiduras por el triste desenlace de la cita metalera, aunque sí les diré que siento en el alma la desaparición de un festi donde me lo pasé tan bien el año pasado. Dios, que ya saben que es heavy, ha enviado como contrapartida la segunda edición del BLF, que ha crecido mucho y ya no se merece nada lo de «BLuF» que algunos decían en su debut: poner de cabezas de cartel a Iron Maiden, Red Hot Chili Peppers, Fito y Metallica será cuestionable artísticamente y, desde luego, no supone una apuesta por los sonidos de vanguardia, pero me parece comercialmente imponente, un alarde de bilbainismo empresarial. Otra cosa es que, de todo el cartel provisional, a mí sólo me apetezcan de verdad Metallica y The Knack (los de ‘My Sharona’, ya saben, con el señor de la foto a la guitarra solista), pero es hablar por hablar, porque seguramente estaré esos días en alguna playita mediterránea, como un perezoso en día de permiso.
¡Vamos, opinen!