Seguro que me equivoco, pero no puedo quitarme la sensación de que, en España, la alta cultura es timorata y un poco rancia, quizá por su costumbre de orientarse hacia una oligarquía conservadora de gusto fosilizado. En fin, esta breve introducción sirve sólo para que sigan leyendo el post y soltarles una de mis periódicas […]