Hayao Miyazaki es más conocido como el maestro que ha animado películas como ‘La princesa Mononoke’ y ‘El viaje de Chihiro’, el primer filme de animación que ganó el Oso de Oro de Berlín, pero además de escribir, producir, dirigir y no pocas veces dibujar fotograma a fotograma la extenuante serie de obras maestras del estudio Ghibli desde hace veinte años, todavía ha tenido tiempo libre para dedicarse al manga. Entre 1982 y 1994, Miyazaki desarrolló a lo largo de un millar de páginas el argumento de su primera película como director, ‘Nausicaä del Valle del Viento’: en una tierra devastada mil años antes por un conflicto nuclear, varios pequeños reinos se preparan para la guerra entre el rey de Tormekia y el emperador Durku. La heredera del Valle del Viento, la princesa Nausicaä, deberá honrar la alianza de su pueblo con Tormekia mientras descubre el secreto de la Zona Contaminada, un bosque fungoso, habitado por monstruosos insectos, que amenaza con extenderse sobre lo que queda de planeta. Seis primorosos volúmenes, respetando el orden de lectura inverso del manga original (se siente, Otalora), permiten disfrutar del dibujo meticuloso, el humanismo profundo y la pasión por los cacharros voladores de Miyazaki. Ya obran en mi poder los dos primeros, editados por Planeta, que casualmente encontré paseando el día de Nochebuena. Menudo regalo.