Ahora que llega Halloween, olvídense de calabazas, brujas, murciélagos y telarañas y cuelguen por casa la foto de estas sonrientes gemelas rubitas, porque ellas sí que dan miedo. Lamb y Lynx Gaede tienen 13 años, residen en California y lideran el grupo Prussian Blue, dedicado a cantar las excelencias de la raza aria y las carencias de todas las demás. En declaraciones al Daily Mirror, Lamb (o sea, Cordera) no se corta en decir que “Adolf Hitler era un gran hombre que sólo quería preservar su propia raza en su propio país” y Lynx (vamos, Lince) desarrolla así sus convicciones: “Estamos orgullosas de ser blancas. Queremos que nuestra gente siga siendo blanca. Queremos que nuestros hijos tengan el mismo aspecto que nosotras, con pelo rubio y ojos azules”. Las letras de sus composiciones siguen una línea similar: “Hombre ario, ¡despierta! ¿Por cuánto tiempo vas a aguantar? ¡Convierte tu miedo en odio!”, arengan. Incluso animan a las chicas a vestir el tradicional dirndl, el vestido de las criadas centroeuropeas, como si fuesen a servir cervezas en cualquier Oktoberfest, aunque ellas posan aquí muy cucas con sus camisetas de Hitler sonriente para un catálogo de Aryanwear.
Las gemelas, por supuesto, niegan el Holocausto y argumentan que “había piscinas y pistas de tenis” en los campos de concentración. Así se lo han enseñado: su madre las sacó del colegio de pequeñas y las educa por su cuenta, quizá con ayuda del abuelo Bill, un tipo que marca sus reses con la cruz gamada. Lo peor es que Prussian Blue cada vez son más populares y podrían convertirse en el primer crossover de la música de supremacía blanca en Estados Unidos, impulsados por la apariencia angelical de las gemelas y su sonrisa ortodóncica. En la red se puede leer incluso el blog de su hermana menor, Dresden, una sucesión de idílicas imágenes familiares que ocultan la fabricación de otro monstruo.