Como es imposible estar al tanto de todo lo que se cuece en la red, y más aún de todos los blogs que nacen y crecen -y a veces se reproducen y cada vez más mueren-, aquí apostamos por un sistema nada sofisticado para ponernos al día: el mariposeo. Vamos, que de vez en cuando haremos un zapping bloguero, empezando por una bitácora cualquiera y saltando a uno de sus enlaces, y de ahí a otro, y así hasta que nos cansemos, para ver qué nos encontramos por ahí. Empezaremos con alguien de la tierra, seleccionado porque sí.

Lady Pain: desde Sestao, una mezcla de «pensamiento gótico con el eskaut y con el de una friki informática», casi nada. Los últimos posts están dedicados a unas vacaciones en Lanzarote, pero aquí se mezclan Kelly Osbourne -«preciosa mujer», la llama, y la verdad es que ha mejorado mucho-, el esperanto y la informática a ese nivel que no entendemos: tutoriales de Blender y misterios así. Entre sus enlaces está…

Despacho 101, la bitácora de Alfredo de Hoces, ganador del cuarto concurso de novela YoEscribo con ‘Fuckowski, memorias de un ingeniero’. Su último post es una microfábula que nos permitimos reproducir: «’No estás a mi altura’, le dijo el escarabajo pelotero al águila real. Y así se fue, dándole vueltas a su bola de mierda». Además de leer otras reflexiones y relatos, se puede descargar la novela premiada. Enlaza con…

Otra vez ‘single’ en Inglaterra: el blog de Pilimindrina, «una asturiana científica en Inglaterra». Lo de científica da un poco de miedo, pero no hay que asustarse porque es una chica muy divertida y sus observaciones sociológicas del Reino Unido resultan impagables. En su último post, ‘Spanish bodorrio’, nos cuenta su experiencia en la boda de una amiga de la infancia. «El único regalo que entraba en mi presupuesto llevaba el nombre de ‘bajo plato oval’. Sé que cualquier persona que tenga una casa sabrá lo que es eso, lo sé. Pero yo soy yo», dice. Un saltito y vamos a…

El sentido de la vida: GonzoTBA ha visitado una exposición titulada ‘La visión de las cosas’ y subtitulada ‘Los artistas polacos de la nueva ola’, con los resultados que se podían prever de antemano. Una de las obras era un melón sobre una mesa blanca. «También puede ser que yo no tenga ni puta idea de arte y que por eso no sepa valorar el melón en su verdadera magnitud», se tortura. Nada, nada, Gonzo, estamos contigo: el verdadero melón es el guay del autor.