En un centro cultural de Barcelona  un grupo de jubilados y sobre todo jubiladas se reúnen para recibir clases de sexo. En estas clases, entre risas y vergüenza, se les muestra que aún no es tarde para descubrir su sexualidad y disfrutar de ella y de sus cuerpos. Y así la profesora (Sardá) les pedirá que se miren, toquen…

Esta es la forma inicial de una entrañable película del 2010 donde se cuentan las vidas de varios de sus protagonistas, una vida actual, con conflictos actuales que se presentan entre “los mayores” y sus familias, cuando las familias les tratan como niños y censuran sus ganas de vivir, de seguir viviendo. Porque… ¿sabéis una cosa?; los mayores son mayores, aún no han muerto, y quieren seguir viviendo, no vivir muriendo en el hastío y el vacío emocional.

Y así vamos viendo cómo aparece el amor en una de las parejas, cómo los hijos se aterrorizan ante dicha relación, cómo otra mujer logra llegar al orgasmo y liberarse de la opresión conyugal sufrida…en fin, un sin fin de circunstancias que entre risas, menos risas y mucho, pero que muuuucho cariño, en cada escena, en cada diálogo y en cada situación, se nos muestra una realidad suuuper actual.

Muy divertida y entrañable. Recuperar esta película y verla y después volver a verla con los pequeños de la casa. Es realmente una maravilla.

Y parafraseando a la profesora Olga (Sardá) “Sexo es vida– les dice- porque el sexo tiene que ver con las sensaciones, y no dejamos de sentir nunca“.