Todos hemos sido adolescentes y sabemos que es una etapa crítica, de muchos cambios, demasiados, desde los biológicos a los conductuales y sociales. El mundo cambia para l@s jóvenes adult@s según va cambiando su cuerpo y su forma de verse y sentirse. Cuando un@ mism@ cambia…todo cambia, ¡para bien…y para mal!
L@s jóvenes reivindican su identidad y esto, a veces, no se hace de la mejor forma, se sienten unos desconocid@s para ellas mism@sy el mundo que antes parecía más amable se les torna en algo complejo y hostil . Y la forma de enfrentarse a este mundo, a veces, es con rebeldía, agresividad, otras con miedo, otra con conductas suicidas, de riesgo.
Y es de estas condcutas riesgosas, suicidas de lo que os queremos comentar algún dato. Según el ayuntamiento de Bilbao un 10% de los jóvenes de nuestra localidad mantienen relaciones de riesgo de embarazo y un 3% de relaciones con riesgo de infecciones de transmisión sexual. ¿Parece poco? ¿Y si en ese porcentaje están nuestr@s hij@s? ¿Nos sigue pareciendo poco?
Hablar con vuestra prole, no dejéis algo tan importante en manos de la escuela, o de su entorno, entre ellos solo se “apañan”, tienen tod@s más o menos la misma información, superar vergüenzas peligrosas y al igual que habláis de economía, cuánto he gastado este mes, ahora no podemos ir de vacatas, o… todo lo contrario, hablar de la sexualidad. Es algo tan necesario, somos seres sexuados, no lo olvidéis, y nunca algo es tan inherente a la persona como esto, lo es tanto que la sexualidad nos construye. No lo olvidéis… ¡puede ser un olvido peligroso!