Cada cultura tiene sus costumbres y lo que para unas entra dentro de la normalidad y no le pondrían ninguna pega, para otras llega a ser algo incomprensible y dificil de imaginar que en los tiempos que vivimos se pueda estar produciendo.Pero así es.
En Bulgaria, cada año tiene lugar el llamado “mercado de las novias” en el que se compran y venden novias para casamiento. Es una tradición, por llamarlo así, que no evoluciona.
Más de 3.000 gitanos ortodoxos se dieron cita a finales del mes de agosto en el somonte del monasterio de Bachkovo, una aldea a unos 150 km al este de Sofía, en una reunión anual de las familias “roma” en las que tradicionalmente se compran y venden novias para casamiento. El mercado de novias es una tradición secular de los gitanos de estirpe kalaydzhii, una rama de esta etnia en Bulgaria que se ocupa de pulir trebejos hechos-de cobre con estaño- de ahí proviene su nombre (en búlgaro estaño es kalay)- y que no han evolucionado con los tiempos al mantener este “mercado” anclado en la precivilización y que desde luego a nosotras nos suena a exclavitud, donde las mujeres son pertenencias, no ciudadanos.
Otros años, a ese lugar acudían entre 20.000 y 30.000 gitanos para conmemorar a Santa María. Aparte de esto, negocian la venta de una novia entre 14 y 18 años de edad por el precio de 10.000 euros. Pero, la crisis económica no deja títere con cabeza y también ha afectado a las cotizaciones por las novias, haciendo que dichos precios lleguen a situarse entre los 200 y 500 euros para una chica virgen y entre 100 y 150 euros para las que no lo son. En fin, todo es muy respetable ¿o no tanto? y cada cual sabe o se supone que sabe lo que hace, pero hay hechos sobre los que sobran los comentarios, ¿no creéis?
¿Qué es lo que le da un valor añadido a la novia? Pues por ejemplo, la largura de sus cabellos, su belleza y lo más importante, por supuesto, si es virgen o no. Incluso si se da un engaño en cuanto a la virginidad se producen reyertas sangrientas entre las familias que a veces se saldan con muertos. Otro elemento que incrementa el precio es si es una mujer trabajadora o no, ya que las más trabajadoras no pueden asegurar un buen precio a sus padres, que son quienes cobran el dinero de negocio. Ellos justifican que esta tradición es para preservar la pureza de estirpe y que no entre en el seno de la familia una persona ajena, de otra etnia. Nos podemos peguntar, ¿qué catástrofe ocurriría si esto llegase a pasar? No encontramos ninguna respuesta adecuada, pero debe de existir.
Y aún hay otra serie de elementos obligatorios para aumentar su atractivo como el maquillaje de colores brillantes, el lápiz de labios rojos, ropa de color oro, lila, rosa y las joyas de oro.
Las costumbres, costumbres son, pero, ¿hay que seguirlas, son impuestas, te puedes rebelar contra ellas? ¿A nivel internacional no hay que hacer algo con todas estas cosas?