Ya en varias ocasiones hemos dicho que el ser humano ha perdido el norte, pues una vez más lo confirmamos. Cada día alucinamos más con lo poco inteligentes que somos, tanto racional como emocionalmente hablando, la inconsciencia ha llegado a límites insospechados y cada día tenemos más comportamientos  suicidas. Al Homo sapiens le sobra el sapiens.

Hace unas horas  llegaba a nuestros oídos que en Fuenlabrada, Madrid, unos jóvenes habían jugado “al muelle”, o “la ruleta sexual”. Os acordáis de lo que era la “ruleta rusa”, donde una serie de personas, generalmente en una apuesta por dinero, se apuntaban a la sien con una pistola cargada con una sola bala y uno por uno giraba la ruleta y se disparaban  y se iba rotando de uno en uno hasta que por fin un lumbreras acababa con un tiro en su sesera, y podían seguir así hasta que solo quedase uno, como en los “Los inmortales”. Pues bien, traído de Sudamérica nos ha llegado “La ruleta sexual” y es que el juego en sí mismo es igual de suicida que la antigua “Ruleta rusa”.

Os contamos en qué consiste “el juego”.  Se hace entre chicos y chicas, de momento, claro, los chicos se sientan o tumban en el suelo sin ropa o por lo menos sin pantalones ni calzoncillos y las chicas, en las  mismas condiciones de ropa, se van “sentando”  sobre ellos , introduciéndose sus penes en la vagina y realizando un coito  durante más menos 30 segundos. Tras este tiempo se cambia al siguiente chico y así sucesivamente hasta que uno de ellos se corra en alguna de ellas, ese chico queda eliminado, pero el juego continua hasta que se vayan corriendo todos y el último que aguante es el que gana,  todo esto claro está, sin preservativo, porque cuanto más riesgo se corra mejor es el juego.  En fin, ¡la estupidez en uno de sus grados más altos!

Eso sí, ellas ganan siempre, ganan en infecciones de transmisión sexual,  embarazos no deseados y desgarros vaginales (ya que no hay excitación ni estimulación previa que las haga humedecerse). Ellos comparten con ellas los riesgos de infecciones de transmisión sexual y se arriesgan a alguna que otra rotura de los cuerpos cavernosos, cosa seria que afecta de forma directa a la erección y que en muchos casos requiere de cirugía.

Y un dato alarmante es que ha aumentado de forma exponencial los casos de adolescentes con infecciones de transmisión sexual. Lo que antes era un suceso aislado ahora, desgraciadamente, es algo frecuente.

Por favor, un llamamiento a la cordura desde este humilde blog. Feliz año nuevo para tod@s. Urte berri on!!!