Hay un error muy extendido: creemos que el ser pareja significa que tenemos que opinar igual, sentir igual,…y una pareja son dos personas, dos, y eso significa dos formas diferentes de ser y de ver la vida, significa riqueza.
Claro que la pareja ha de tener intereses o inquietudes parecidas y a poder ser compartir algún hobby, estas cosas comunes unen. Pero eso no significa que sean clones, que ambos no tengan vida privada uno a parte del otro y… que muchas veces piensen de forma diferente.
Bueno, pues partiendo de que la pareja es dos y no uno, en ocasiones, el conflicto está asegurado. Pero el conflicto no ha de significar el choque de dos trenes a toda máquina, en el conflicto se crece, se intercambian formas de sentir y pensar y… se aprende a llegar a acuerdos. Hay una frase muy chula que dice, “Cuando dos van a caballo, uno siempre ha de ir detrás”, a esta frase nosotras le sumamos la siguiente coletilla, “pero no siempre ha de ser el mismo”.
Si una pareja jamás discute, y discutir no es bronquear, a lo mejor hemos de pensar que alguno de los dos se somete. Dos, no es uno, y eso significa diferencia y en alguna ocasión esa diferencia salta a la palestra inevitablemente.
También nos gusta decir y señalar a las parejas que acuden a nuestra consulta que en una discusión no hay que tratar de ganar, no hay que golear al otro, porque eso sí, somos dos, pero somos dos de un mismo equipo y si le metemos un gol al otro… nos estamos goleando a nosotros mismos. Nos gusta hacer la siguiente comparación: la pareja es un barco y cuando uno “le gana” al otro es como si se hundiese la proa, cuanto más “le machaquemos” más se hundirá, pero mira tú por donde… cuanto más se hunda este lado más vertical se pondrá el barco y por lo tanto más rápido se hundirá también la popa. Sí, ganaremos como individuos, pero perderemos como pareja y todos sabemos a lo que conlleva esto.
Recordar que somos dos en un mismo equipo, la proa y la popa de un mismo barco. Recordar que frente a ti no está el enemigo, sino la persona a la que quieres y quien te quiere. Y si se puede evitar discutir “en caliente” mejor que mejor.