¿Sabiáis que en Corea del Sur estaba penalizado el adulterio? Pues sí, era un delito por el que los y las infieles y los y las amantes podían llegar a tener hasta dos años de cárcel. Y decimos “era” porque las relaciones extramatrimoniales ya han sido despenalizadas. Como se suele decir, más va le tarde que nunca.
Han visto, por fin, que el artíaculo 241 del Código Penal, que penalizaba las relaciones extramatrimoniales “viola la libertad de los individuos para elegir a sus parejas sexuales y su derecho a la privacidad”, se ha quedado obsoleto en el mundo y ya no refleja la manera de pensar de los surcoreanos”.
Afortunadamente la ley tiene carácter retroactivo y las personas que hayan sido acusadas o condenadas desde 2008 tendrán la posibilidad de pedir la suspensión de los cargos o un nuevo proceso judicial.
¿Os imagináis una ley parecida aquí? Algo impensable, ¿verdad? Las cárceles estarían llenas.
Unos 53.000 surcoreanos han sido acusados de adulterio desde 1985. De ellos, dos terceras partes detenidos. A pesar de a lo que se enfrentaban si eran pillados, la cifra es alta. Pero es que hay otras realidades que pueden más y que ttraspasan las barreras necesarias sin preocuparse de lo que pueda venir después.
Así es como funciona el deseo. Cuando aparece va a cumplir su objetivo. Va a hacer todo lo posible para ser satisfecho y luego, pues ya veremos…
Además or debajo de todo esto está el derecho de la libertad individual. Y más en el terreno sexual, que pertenece a la vida privada de la persona. Cada cual con su vida sexual hace lo que realmente quiere, ¿no? Si decide ser infiel, adelante. Los riesgos de si eres pillado los asumes y ante quien únicamnete debes de responder será tu pareja. Y por supuesto, ni por asomo ante la Ley. ¡Faltaría más!