Hace unas semanas nuestra buena  amiga Mila  nos recomendó un libro: “Maneras de amar”, y un capítulo en especial: “Vivir con un sexto sentido para el peligro: el estilo ansioso”.

En el libro se exponen distintos tipos de vínculos afectivos o tipos de apego: el seguro, el ansioso y el evasivo. Y con esto habla del tipo de relaciones que se crean entre estos 3 tipos de personas. También nos habla de esto Lucia Etxebarria en “Yo ya no sufro por amor”. Pero aquí le dan un matiz, la Filosofía de la abundancia, que realmente nos ha encantado. Y que además, hemos de reconocer, habíamos practicado, sin saberlo.

Según los autores la persona segura vendría a ser aquella que logra expresar sus necesidades de intimidad, de afecto y logra aceptar las del otro. El ansioso sería aquél que crea vínculos con rapidez y que permanece en estado de alerta, atento a las señales de amor o desamor que la pareja les envía. Y por último el evasivo sería el que pone distancia o barreras  en lo afectivo, la típica persona despegada y que la necesidad de afecto del otro la viven con ahogo.

En este capítulo del que os hablamos se ve el esfuerzo que hace la persona ansiosa por intimar con un evasivo (parejas habituales de los ansiosos, curiosamente) y todo el sufrimiento que conlleva esta relación. ¿Cuántas veces habéis estado pendientes del teléfono porque el otro se ha olvidado de llamaros o cuántas veces os han dicho lo sensibles que sois, que todo os afecta, que no os ha querido decir eso,…? O ¿Cuántas veces os habéis dicho: puede cambiar, mira ayer qué bien estuvimos…?

¡¡¡Ay, ay, ay!!!, ¡cuánto sufrimos por amor!, nos tomamos a la ligera el ligoteo, ese ligoteo divertido, morboso y que nos puede poner a mil. Y del que a lo mejor puede salir algo a largo o medio plazo.

Y es que ciertamente la elección de pareja es algo muy, muy importante. Está en juego nuestra felicidad. Y nos convendría, sin hacer dramas, ver a la persona que tenemos enfrente, no de forma más seria, sino más consciente.

Bueno, pues los autores han encontrado la solución para elegir bien, y esa solución la encuentran en la teoría de la abundancia.

Pero bueno, ¿en qué consiste dicha teoría? Pues resumiéndola de forma simple y sencilla: en que no te centres en una única persona, que quedes con distintas personas, te relaciones con varias ya que activarás menos la angustia o ansiedad (sistema de apego). Si algún@ te da un “desplante”, no pasa nada, porque como hay más que te colman… Y de esta manera podrás desde la calma, y no desde la ansiedad de agarrarte al primero que llega, elegir a la persona que más te convenga, es decir, a la persona que te quiera como a ti te gusta que te quieran. ¿No está mal, no? Pues ponerlo en práctica,  que vuestra felicidad va en ello.