Otro verano más que ya ha pasado, comienza el nuevo curso y a esperar a las siguientes vacaciones, que parece que están lejos pero el tiempo pasa muy deprisa y todo llega. Esperamos que hayáis tenido un verano tranquilo en el que hayáis podido descansar, disfrutar y si tenéis pareja, pues que haya sido un verano calentito en todos los sentidos. Y hablando de calenturas revisando noticias nos hemos encontrado con una que bueno, os la contamos y sacáis vuestras propias conclusiones.
¿Os acordáis de cuando comenzasteis vuestra relación de pareja si vuestras relaciones sexuales empezaron muy pronto o por el contrario, se alargaron en el tiempo? Pues de esto va la noticia.
Se trata de un estudio realizado por la Universidad de Cornell con una muestra de 600 parejas. Una de las conclusiones a las que llegaron es que “aquellas parejas que mantienen relaciones muy pronto son más propensas a presentar conflictos e insatisfacciones”. Alegan que no tienen tiempo a conocerse a nivel emocional y a la larga fracasan. El período corto del que hablan es de un mes.
A modo de ejemplo comentan que las mujeres que retrasaron el primer encuentro sexual durante 6 meses se mostraron mucho más felices que las que no esperaron ni siquiera un mes. En el caso de los hombres obsevaron algo similar pero no tan acentuado como en las mujeres. Está claro que la testosterona no funciona igual que los estrógenos. Y que se valoran otros aspectos, eso sí, no hay que dejar de lado nunca el tema sexual porque sí es un factor que influye.
En el comienzo de una relación tiene lugar el cortejo, que por cierto es una fase muy bonita, ¿no?, en el que nos vamos conociendo, en el que sacamos nuestras mejores armas, donde se va creando la intimidad emocional y física… Ese período que pasamos en las nubes altas, blanquitas y esponjosas. Y, que desafortunadamente, con el tiempo esas nubes ya no son ni tan blanquitas, ni tan esponjosas. Los investigadores comentan que “si el arranque de las relaciones es demasiado rápido se interrupe este proceso de cortejo” y que “a menudo, el buen sexo se confunde con el amor”, con lo cual a la larga tiene efectos adversos.
Concluyen que tener sexo prematuro está relacionado con peores índices en todas las variables que contempla el estudio: compromiso, intimidad, soporte emocional y satisfacción sexual.
Aquí nos encaja muy bien esa frase que nos gusta tanto que es la de “erotizar la espera”. A veces alargar el período de espera acompañándolo de juegos, de picardía, de fantasía, de imaginación,… hace que se intensifiquen las ganas, que seamos conscientes de sensaciones que se intensifican, en definitiva, te aumentan las ganas porque quieres pero no “puedes”, pero sabes que sí lo vas a tener.
¿Os encaja esto en vuestra historia?