¿Adictos al cibersexo? No sois los únicos. Esto no significa que no os lo tengáis que mirar, que no lo tengáis que solucionar. Porque las adicciones que no mejoran, que no se corrigen, siempre van a más.

Adicciones hay muchas, y también muchos tipos de adicciones sexuales, pero hoy nos vamos en centrar en el cibersexo.

Si el ordenador os condiciona vuestra vida, vuestra forma de ocio depende casi en exclusiva de él, si en vuestro curro estáis deseando tener un rato, y si no lo tenéis lo creáis, para entrar en algún chat, si estáis deseando llegar a casa y enchufar el ordenador, ¿o ni siquiera lo tenéis que encender? Ya lo está, si ya todo, incluido el ligar, el masturbaros, el interaccionar sexualmente con alguien ha de ser estando frente a la pantalla del ordenador, eso sí plana, de última generación o ha de ser a través de esa webcam que os habéis tenido que comprar para que sea más excitante el asunto,… necesitáis ayuda sexológica y no dejéis de leer hoy el post.

Hoy casi ninguna adicción sexual va desemparejada del ordenador. Los exhibicionistas ¡se exhiben por los chat! Hay páginas de interacción donde unos cuantos chicos, a través de su webcam se exhiben para alguna chica que también colabora en este chat, o para otros chicos (aunque esto es más raro de encontrar). Hay páginas de chat sadomasoquistas, donde amas y siervos interactúan a través de su ordenador. Hay páginas para ligar y quedar para echar un polvo, algunos pocos también sacan pareja por este medio, las agencias matrimoniales cada vez tienen más competencia. En fin, es tan fácil encontrar personas con las que hablar, o interactuar, cuando en un primer momento no hemos de dar la cara, cuando con un apodo salvaguardamos nuestra intimidad, cuando al día siguiente somos otro o incluso “cambiamos de sexo” según nos convenga para entrar en este u otro chat.

En definitiva, desde la intimidad de tu ordenador, esté en tu cuarto, en tu despacho o en la habitación de tu hotel puedes fácilmente, anónimamente poner en práctica tu obsesión, tu perdición.

Busca que encontrarás.

Las adicciones en general, generan ansiedad y culpa en la persona que la padece. Ansiedad porque se pasa el día pensando cuándo tendrá un momento para…, cuándo estará solo para ponerse a ello, … se llega a abandonar las responsabilidades, a acostarse a horas intempestivas, si vives en pareja se deteriora la vida sexual, porque no hay quien espere tanto para irse a la cama con el que tanto se retrasa. La vida social, los amigos,… pasan a un lugar secundario, ¡sólo hay tiempo para bajar la ansiedad! Y cuanto más vea condicionada su vida, cuanto peor le vaya, lo empeoramos un poco más, si puede ir peor, para qué va a ir mal. La persona se tiende a refugiar en su adicción, con lo que le dedica aún mas tiempo y perjudica aún más si cabe su ya deteriorada vida.

Los intentos de controlarlo generan mucha ansiedad, ésta se transforma en ira, están más susceptibles, irritables,… Saben que lo que hacen les dificulta o destroza su vida, no pueden evitarlo y esta sensación produce también la inevitable culpa, por saber que esto no les hace ningún bien ni a él ni a los que le rodean.

En muchos casos y si la persona es consciente de su adicción, porque muchos no lo son, acaban entrando en una depresión.

En fin las adiciones son serias. No son broma. Nos convierten en esclavos de nosotros mismos.

¿Habéis vivido algo similar? ¿Conocéis a alguien con este problema? Comentárnoslo.

Nos despedimos de vosotros hasta el día 21. ¡Nos vamos de vacatas! Pasadlo bien y chivarnos estas cosillas.