Pues así es, Malasia permanece bajo una fuerte influencia islámica. Desde el Código penal se prohíbe la sodomía heterosexual y homosexual y aquellas personas que son declaradas culpables de “practicar la homosexualidad” pueden ser condenadas hasta a 20 años de cárcel. ¡Viva la libertad!
En fin, pero la cosa no queda ahí ya que hace unos meses, concretamente en abril, en un estado de Malasia se ha abierto el primer reformatorio, sí reformatorio, destinado a inculcar maneras masculinas en adolescentes con un comportamiento amanerado “para evitar que terminen siendo homosexuales”, vamos que según los malasios la heterosexualidad u homosexualidad es solo cuestión de formas, conductismo a la enésima potencia, qué suerte, cuántos cambios se van a dar. Parece que estamos hablando de una película de ciencia ficción, pero es totalmente real.
Cómo no, ya hay un grupo formado por 66 chicos de entre 13 y 17 años a quienes han reclutado a través de los profesores de los colegios a los que acudían y que con su ojo clínico, han visto lo que ellos califican formas afeminadas. Habría que ver a qué se refieren y cuál es el modelo de comparación que utilizan… Un poco caza de brujas, ¿no?
En el reformatorio, dichos jóvenes reciben clases de educación física (nos imaginamos que para hacerles fuertes, musculosos,… vamos unos auténticos machos) y religión (hay que saber distinguir lo bueno de lo malo e ir por el camino recto). Además de consejos por parte de los tutores sobre la forma de actuar con masculinidad.
Parece que ante esto ha habido muchas críticas y por parte del gobierno de Kuala Lumpur, capital de Malasia, se ha pedido el cierre del centro, ¡menos mal! ya que consideran que transgrede la ley de protección del menor. Y como dice el Grupo para la Igualdad de Género: “con esto lo que se hace es promover los prejuicios y la homofobia”.
Otra curiosidad es que Malasia hace ya un tiempo decidió permitir la presencia de personajes homosexuales en el cine, pero con la condición de que se arrepientan de sus actos o se vuelvan heterosexuales al final de la película. Todo un avance, ¿eh?