¡Ay, nosotras las mujeres!, ¡cómo somos! Pero todas no somos iguales, ni mucho menos, al igual que entre vosotros hay diferencias, entre nosotras también las hay, y en esto de la lencería no íbamos a ser iguales, ¡qué aburrido! Hay algunas que  eso de los tangas sólo para cuando van de ligue, otras son del tipo que  nunca han ido tan cómodas con sus braguitas como cuando estaban embarazadas, que éstas les llegaban casi hasta los pechos, otras vienen  a decir que los tangas les violaban, pero hay otras que dan tanta importancia al exterior como al interior y no salen de casa más que con su conjuntito lencero, y ¿recordáis, hace ya un tiempo, cuando nuestras madres nos decían  que siempre había que tener la braguita limpia por si nos pasaba algo?

Entonces la pregunta que cabe hacernos es vayamos como vayamos con nuestra  lencería ¿lo hacemos por nosotras?, ¿lo hacemos para seducir?, ¿ para que si esa noche “pillamos” luzcamos también interiormente?,  ¿lo hacemos por comodidad?, ¿por seguir la moda? o ¿lo hacemos por si acaso tenemos un accidente? Esperemos que esto último no forme parte de vuestro pensamiento. Y también nos preguntamos si es posible separar el para mí del también me gusta gustar.

Y constatamos entre nuestras amigas, entre nuestras pacientes,… y ¿en nosotras? que cuando salimos de ligoteo por ahí nuestro interior suele estar tan cuidado como el resto. Incluso constatamos que hay ropa interior de fin de semana y de diario, la de diario de algodón, sin más florituras, las del “fin de” con caladitos, blondas,…

¿Y ellos?…¡pues sí!, cada vez son más los que se apuntan a los calzoncillos “CK” para el “fin de” y “los normalitos”  para el resto de la semana.

Pero esto para los que tienen, tenemos más de 30, porque los más jóvenes van siempre impecables, sólo hay que verles por la calle,  vestidos, enseñando con sus pantalones casi caídos  hasta la rodillas sus interioridades, vamos que la lencería forma parte de su día a día y con ese aspecto descuidado, desaliñado, que tanto les ha costado conseguir delante del espejo van marcando estilo, o por lo menos el suyo.

Y a las puertas del fin de semana, ¿cuál es tu estilo?