“Echo de menos sus arrebatos de pasión. Hace ya mucho tiempo no le importaba dónde, ni cómo ni cuándo. Me cogía y me hacía sentir única,… No importaba si era lunes, invierno, de vacaciones,… el deseo estaba presente continuamente”, dice ella.

“Pues es verdad, ahora llego demasiado cansado, no tenemos nada de tiempo para estar solos, hablando, pasando el tiempo sin más. Siempre todo, corriendo, los hijos (13 y 10 años), nos quitan bastante tiempo… es que no hacemos nada para nosotros. La vida pasa muy rápido y te dejas llevar”, dice él. “Además algo que también me ha influido es lo que se ha abandonado ella. Antes era un bomboncito, pero hace ya mucho tiempo que tiene kilos de más, que se pone ropa que no le favorece y eso tampoco ayuda. Me provocaba continuamente, era pícara y casi siempre estaba de buen humor”, continúa él.

“Claro, antes éramos él y yo. El colaboraba mucho más, no se enfadaba por cualquier cosa y me decía cosas bonitas. Quedábamos con los amigos… y no como ahora, que sale cuando va al fútbol y el resto del tiempo se queda tirado en el sofá o con el ordenador. Llega tarde de trabajar y muchas veces me he preguntado si tiene a otra, pero bueno, prefiero no pensar. Si está conmigo será porque quiere estarlo, ¿no?”, le replica ella.

¿Os suena esta conversación? ¿Qué creéis que le pasa a esta pareja? ¿Dónde ha quedado esa armonía en la que dicen que vivían?¿Y esa pasión?, ese sentirse deseada que reclama ella, ¿se puede recuperar? Esto lo oímos a menudo en la consulta, cuando trabajamos con parejas. Es lo que normalmente ocurre con el paso del tiempo en las relaciones cuando nos dejamos arrastrar por “la vida” y nos olvidamos de que hay que invertir para que la flor siga floreciendo.

Os lo hemos contado en muchos post: no podemos dejarnos llevar por la rutina y hay que buscar tiempo para un@ mism@ y para la pareja: imaginación al poder y cualquier cosa que se os ocurra es válida. Desde una cenita romántica (aunque sea pan y agua), una escapada de fin de semana, un mensaje que llegue al corazón y sepan que te acuerdas, un mensaje subidito de tono que caliente motores hasta que llegue el encuentro, al fin y al cabo, sorprender, y hacer ver a la otra parte que estás ahí. Y como ya sabemos que es complicado os hacemos un pequeño recordatorio para tenerlo en mente y actuar de vez en cuando. Y es verdad que la sorpresa y la no planificación da chispa y emoción, pero si veis que dejándolo al azar, al a ver si surge…nunca surge, no lo dudéis, quedar, establecer un día para vosotros, para el erotismo, para vuestro encuentro. También quedamos para comer, tomar algo,…y sale bien, ¿por qué no quedar con nuestra pareja para un día eróticofestivo? Adelante, probar.

Muchos y muchas estaréis de vacaciones, otros y otras, a punto de cogerlas pues es un momento ideal para invertir en la pareja y poder recoger frutos durante el año que se hace muy largo.