Cuando te imaginas un encuentro sexual ¿no es verdad que lo ves un tanto salvaje, lleno de pasión y deseo? ¿No es verdad que no falla nada? Que todo es perfecto, orgasmos incluidos.
Bueno pues la pregunta es: ¿desde cuándo no tienes un encuentro semejante? ¿Qué, nunca lo has tenido? ¡Eso es aún peor! ¿Qué? ¿Qué nos dices? ¿Que tu pareja va al grano y se acabó? O, ¿Que lleváis muchos años juntos y la relación sexual cada vez es más corta?, o ¿Que tenéis hijos y hay que rogar para que no aparezcan en plena faena y corten, y eso os acelera?
Bueno, aún hay esperanza, no tires la toalla. Es verdad que hay que currárselo, es verdad que no vale acomodarse y que es importantísimo no acabar en la rutina, sí, en esa fácil y cómoda rutina que acaba con la pasión. Y también es verdad que te sabrás de memoria todos los gustos, trucos y manías sexuales de tu pareja y tu pareja las tuyas, con lo cual aplicas lo aprendido durante años o meses de relaciones con esa persona y acabas en una búsqueda rápida, rapidísima del orgasmo. Se olvida el cuerpo y se focaliza en lo genital. En fin, rutina, rutina y más rutina, sabes la secuencia que va a seguir y cómo va a acabar.
Desinhíbete, cambia el escenario, la cama está muy bien, pero todos los días lentejas, por muy ricas que estén,…Dile cositas “guarrillas”, esas cosillas que se pueden decir en el encuentro sexual , que excitan y que fuera de ese contexto son groserías ¡cuanto menos!, Vamos que no seas mudo/a, ¡concho! Toma la iniciativa cuando menos se lo espere. Confiesa tus deseos o fantasías más ocultas y más excitantes, compártelo. Y cuida el ambiente, velas, algo para beber, comer incluso, el olor,… en fin lo que más te guste.
Ahí van unas ideas para innovar:
– Prohíbete tocar y prohíbele tocarte las zonas genitales, como que no existen, búscate la vida, hay mucho cuerpo para tocar, chupar,…
– ¿Sexo en público? O casi, en público. ¿Por qué no?
– Métete en un papel y disfrázate de marinero, de Lolita, de lo que quieras y representad el “erótico-festivo” cuento.
– Usa juguetería erótica, tienes un montón de juguetitos a tu alcance.
– Úntale y que te unte algo comestible (nata, chocolate, vinito, champán,…) por todo tu cuerpo y que lo lama con lentitud, saboreándolo.
– Usar unas esposas o un pañuelo, jugad al sometimiento.
– Juega a que tienes todo el poder y control sobre el otro.
– ….
En fin todo está permitido si ambos ( o tríos,…) lo desean, que tu imaginación no tenga límites y que no te límite tu imaginación. Sorpréndete también a ti mismo/a.