Hay veces que es imposible discutir con la pareja y llegar a un acuerdo entre ambos, hay veces que uno de los dos siempre, y de forma unilateral se posiciona en un argumento, en una acción…y ahí se mantiene independientemente de que tú patalees, des mil razones, sea muy importante para ti o simplemente lo desees.
No pasa nada si esto es de forma puntual, y si esto es de forma alterna, es decir, si a veces tú te posicionas y no atiendes a otras razones o intereses que no sean los tuyos o si a veces es la otra parte la que “hace de su capa un sayo”. Mejor poder llegar a un acuerdo común, pero todxs sabemos, que a veces…eso no es posible. Yo que soy mucho de frases “Cuando dos van a caballo uno ha de ir detrás” a lo que yo añado “Pero no siempre ha de ser el mismo”-
¿Pero qué pasa si siempre es una de las partes la que toma la decisión, la que hace y deshace cómo y cuando quiere, independientemente de lo que opines, sientas, desees…?
No estaríamos hablando de dictadura, ¿acaso en una pareja esto no existe? Pues sí, lamentablemente existe y es más frecuente de lo que cabría esperar.
Y si tus decisiones, anhelos, miedos, deseos nunca son tenidos en cuenta, no podríamos estar hablando también de que la pareja “te está ninguneando” para decirlo en términos coloquiales y amables.
Pero para decirlo de otra forma más contundente, ¿acaso este ninguneo no sería una forma más suave, sutil, menos visible a simple vista, de violencia?
A veces nos cuesta identificar esta violencia porque viene envuelta en papel de regalo “si es por tu bien”, “solo quiero lo mejor para ti y lo sabes”, “yo de esto se más que tú y…” ¡Vamos que te hace dudar! Y a veces hasta te hace sentir mal “qué egoísta soy, si solo mira por mí”.
¡Pues hay que despertar! Es violencia y los actos violentos generan luego compensaciones, va y paga la compra, te regala algo, te invita a comer o cenar fuera de casa,….
No vendas tu “daño recibido” tan barato, de hecho, no lo vendas nunca. La violencia es agresión, la agresión mal trato y el mal trato…ni se paga, ni se compensa.
El sometimiento es algo que va lentamente apareciendo, casi cuando te quieres dar cuenta ya no te reconoces. Es como cuando cocemos a las pobres nécoras, primero el agua está fría y cuando se dan cuenta ya están casi muertas.
Vete lejos de aquella persona que no te escuche, con la que no puedas llegar a acuerdos, que no te valore, que no reconozca tus éxitos,…eso es tratarte mal, así que ¡corre, aléjate!, no te pares a pensar, como decimos en Albora Bide, si es porque es torpe, si es porque no sabe hacerlo mejor, si es porque es mal@, o por qué razón hace o dice las cosas. Huye y no mires atrás.
Y recordad la violencia no entiende de edades, no entiende de posición social, no entiende de género, sexo…Se ejerce por personas, independientemente de todo lo demás.
Aprende a vivir libre contando con el/la otro/a. No compres el amor con la sumisión. El amor jamás debería ser moneda de cambio