Todo en esta vida pasa por rachas, por modas. Pues bien, en consulta, esto también ocurre. No sabemos muy bien por qué, ni cómo, pero es algo muy curioso que en determinadas épocas, las personas que vienen a consulta presentan la misma problemática. Son como oleadas, rachas con el mismo tipo de disfunción.

En estos momentos, un gran número de casos que nos está llegando de mujeres son de vaginismo, que como ya sabéis, son mujeres que no “permiten” la penetración, mujeres que, normalmente, tienen una edad, acercándose a los 40, y como dicen ellas: “ya no podía esperar más”. ¿Por qué eligen ese momento y no antes? Hasta entonces se las han “apañado”. Han tenido una vida sexual a su manera, con mucho juego, en ocasiones han intentado la penetración, pero les ha producido tanto dolor y tienen tanto miedo, que pocas veces vuelven a intentarlo y lo más común es que lo dejen en el olvido y se dediquen a otras “cosas”, sin haberlo conseguido en alguna ocasión. Controlan bien a sus parejas, que a su vez tienen un perfil de personalidad que se dejan manejar.

Hemos de decir que también hay más jovencitas, rondando los 30, que presentan este problema, y no llegan a esperar tanto

A la mayoría les interesa resolver su vaginismo ya que ven que la posibilidad de tener hijos (hecho que también les asusta), se les termina. Y a muchas es lo que realmente les lleva a ir a consulta. Es, por decirlo de alguna manera, su aliciente. No es el motivo el que no realicen el coito.

Algo muy común en todas ellas es cómo se ven ante el mundo. Te dicen: “yo no soy como las demás, soy rara. Todo el mundo puede hacerlo (penetrar) y, yo, no”. También, como la edad va avanzando, y los años no pasan en balde, se preocupan de su salud, y de que todavía no han ido al/a ginecólog@. Les asusta la exploración ginecológica, por el miedo al dolor.

Al lado de estas mujeres hay normalmente, un hombre poco luchador, conformista, al que suelen manejar bastante bien. Como ellas suelen decir; “porque él es así, que si hubiera dado con otro, esto no me lo aguanta”.

Y, en cuanto a la problemática en hombres, estamos en la época de la eyaculación precoz, que también, curiosamente, ¿sabéis que es una muy “buena” pareja para la mujer que presenta vaginismo? Pues sí, imaginaos a esta pareja. Ella no puede penetrar y él no controla su eyaculación, “me viene”, dicen. De esta manera, con el poco aguante y control, es difícil pasar tiempo intentando penetrar. Y, en el fondo, “mejor” para ellas. Bueno, eso piensan. Y encima, como son hombres no demasiado quejicas,… pues nada el tiempo va pasando y cada una de las partes se acostumbra a lo que hay.

Tanto en el vaginismo como en la eyaculación precoz hay un buen pronóstico y es muy gratificante ver cómo llegan a decir: “Ahora sí que me siento como el resto del mundo. ¡Qué pena no haber venido antes!” Pero todo en esta vida tiene su momento, ni antes ni después, el caso es aprovecharlo y punto.