¿Cuántas veces de pequeños y no tan pequeños nos han dicho que los excesos no son buenos?
Tomar Vitamina C ayuda a prevenir los constipados pero si la tomamos en exceso podemos provocar dolor de estómago y diarrea. Y así pasa con muchas cosas.
El término medio es lo adecuado, y es cierto que esta frasecilla comedida también ella suele estar muuuyyy acertada.
Pero ya entrando en materia comentaros que cada día que nos llama un paciente nuevo a Albora Bide, la probabilidad de que sea por adicción al sexo, hablando cibernética o presencialmente, palabra que tan de moda no ha estado nunca antes, ha aumentado de forma considerable y… ¡alarmante!
¿A qué se le puede llamar adicción? A nosotras nos gusta hablar de excesos, porque creemos que el paciente lo entiende mejor y le cuesta menos verse reflejado en este tipo de conductas. La adicción al sexo, o prácticas sexuales compulsivas significa el mantenimiento de relaciones sexuales, con distintas personas, bien por la red o bien en vivito y coleando y también se consideraría adicción el incremento en la práctica de la masturbación, el exceso de visualización de pornografía,… y todo ello para tratar de satisfacer un deseo sexual intenso, frecuente y tedioso que aliena la vida del adicto.
El adicto sufre una insatisfacción ilimitada. La búsqueda del placer está en un primer plano. Todo lo demás es secundario. Existe una incapacidad total para lograr la satisfacción, nunca se quedan bien, nunca tienen la sensación de “tengo suficiente con esto”.
Y decimos adicto en masculino porque el porcentaje de personas que acuden a Albora Bide aquejados de adicción sexual son 100% hombres. ¿Será un mito la ninfomanía? ¿Será un deseo de los hombres que existan? Nooo pero lo que sí que es cierto es que el porcentaje de mujeres con adicción al sexo es insignificante y no en relación al hombre, es insignificante en sí misma.
Loa adictos actúan de forma compulsiva y obsesiva en relación con el sexo, si es ésta su adicción. No pueden controlar esta pulsión, el intento de control les lleva a la ansiedad, solo en la ejecución encuentran la calma, clama que dura solo mientras dura dicha ejecución. Su libertad de decisión queda marcada por la necesidad de realizar conductas acordes a su adicción con lo que su vida laboral, de familia…puede verse perjudicada. Desarrollan tolerancia al estímulo, con lo que cada día necesitan más y más estímulo para poderse satisfacer, con lo cual…¿cómo su simple pareja, haga lo que haga , va a cubrir sus expectativas, su demanda, su necesidad?
Y por último, al igual que cualquier adicto a sustancias o al alcohol, padecen del síndrome de abstinencia y cuando no ven el momento de quedarse a solas y poder acceder al sexo que necesitan, se muestran irascibles, ansiosos…
La adicción al sexo es un tema muy serio y que se ha de trabajar, implica una obsesión continua hacia el sexo de forma descontrolada y que no tiene en cuenta los riesgos que esto implica, tanto en la pareja, como sociales, e incluso de salud, si no se toman las medidas apropiadas. La persona pierde el control sobre su vida y esto no es una bobada.
Si te identificas… ponte en marcha, estaremos encantadas de ayudarte.