En Albora Bide siempre decimos que “El uso…mantiene la función”. Pensad en una casa abandonada, donde por no pasar el agua de forma constante, las cañerías se obstruyen, donde por no subir y bajar las persianas éstas se atascan, donde el polvo por no ser limpiado con asiduidad se apodera de todo y salen telarañas.
Pues eso mismo le pasa a nuestro cuerpo, ¿no habéis oído alguna vez lo de “se te va a cerrar en falso” o “te van a salir telarañas”? pues más o menos…así será.
Si no mantenemos una relación sexual con cierta asiduidad, la erección se verá mermada, no la aumentará el no haber tenido sexo y el exceso aparente de deseo, la dificultará; eyacularás seguro más rápido cuando esta relación escasa se dé o en algunos, la minoría, eso sí, no eyacularán, pese a tener ganas. A nosotras la lubricación se nos verá disminuida, nos costará más la penetración y a lo mejor y debido a la tensión no se podrá incluso permitir la penetración porque nos contraeremos.
Pero además el sexo no es solo una necesidad física también es una necesidad emocional, somos mamíferos, animales de pelo, y los animales de pelo necesitamos del contacto de nuestros cuerpos, piel con piel, rozarnos, acariciarnos, apretarnos, chuparnos, mordisquearnos,…esto alimenta al alma y al corazón, nos consolamos en el abrazo, nos sentimos amados en el encuentro sexual con la pareja y deseados en las parejas esporádicas que ayudan también en lo emocional ya que el sentirse deseados proporciona cierta autoestima. La oxitocina, de la que ya hemos hablado muchas veces, que se segrega en el sexo ayuda a mantener bien el estado anímico y la depresión a raya.
Todo beneficios, ¿entonces por qué vamos a privarnos de ello? Encontrad vuestro momento. Dejarle sitio en vuestra ocupada vida a la sexualidad, crecer con ella.