Como lo oís, no es la primera vez que un amigo que trabaja en urgencias nos cuenta cosas escabrosas, que si Almodovar de nuevo en acción, por cierto lo contase en sus películas diríamos: ¡¡¡Si, andaaaa!!!
Pues en esta ocasión ha sido no se si decir de morirse de risa o de miedo. Una pareja gay confundió el lubricante con pegamento industrial. Ese día habían estado chapuceando por casa, haciendo bricolaje y… ¡ sorpresa! Dejaron el pegamento en la mesilla, dicen que un tubo grande parecido al bote de su lubricante y a media luz que comentan que estaban, confundieron los botes.
Imaginaros, ¡buaaa qué dolor!… cuando trataron de despegarse. Dicen que en el primer momento no notaron nada más que era muy denso y pringoso, y que la entrada no era suave, como en otras ocasiones. Parecía que no lubricaba, ¡y así era! El chico comentó que no subió la velocidad porque aquello no era igual que otras ocasiones y al parecer al cabo de menos de un minuto no podían separarse. Hicieron intentonas dolorosas y por fin decidieron llamar a urgencias. Les tuvieron que llevar al hospital para no dañar la zona anal.
Nos parece un chiste pero nos puede pasar a todos, ¡ cuidadín!