Ahora un estudio, no sabemos si los estudiosos tendrían un interés especial en demostrarlo, viene a decir que las personas con niveles elevados de dopamina nacen con una predisposición genética para la infidelidad.
Lo que no se cuestionan es si los que tienen ese deseo de incorporar en sus vidas a varios compañeros sexuales hacen por este hecho que su dopamina este alta o si es porque tienen la dopamina alta son infieles y necesitan tener relaciones fuera de la pareja. Es decir ¿Qué fue primero , la gallina o el huevo?
La dopamina es un neurotransmisor que regula muchas emociones y sentimientos de placer, la motivación, las adicciones…y además según parece, cuanta más dopamina tengamos se baja el umbral de escepticismo y se empieza…a creer un poco en todo ( paranoias de conspiración, creer que tienes poderes mágicos, creer en cosas que no existen,..
«Las personas que tienen elevados niveles de dopamina –explica Camila Taube, directora y ‘coach’ de la Escuela Neurocientífica del Amor, entidad líder en Coaching en Sinapsis Interpersonal, no consideran la infidelidad un dilema moral y son infieles simplemente por aburrimiento». ¡Ahí le es nada!
Cierto es que para muchas personas no supone ningún dilema moral tener varias parejas sexuales, tener una única simplemente sería por una exigencia social de moral caduca, con la que no comulgan, eso si, muchos de estos a sus parejas habituales no les comentan nada de esas otras. Y parece ser que estas personas llegan al 25% de la población. Y esto dicen que es debido a que estas personas nacen con una configuración neuronal en la que predomina la dopamina, sustancia que actúa como un disparador sexual. ¡Vamos que si eres infiel, tu …no te culpes, que es la dopamina! Jajaja.
Ahora, con este tipo de justificaciones…¿Dónde queda la libertad del ser humano? ¿Las hormonas, la química son las dueñas de nuestros actos?. ¿Estamos a merced de estas variables? ¿Estamos por lo tanto escritos? ¿Somos tan predecibles como quieren hacernos creer? ¿Entonces no respondemos de nuestros actos? ¿No somos responsables en última instancia de ellos?.
Hay datos muy curiosos sin embargo donde se dice que las personas con altos ingresos y estudios superiores son más dados a la infidelidad, ¿esto también se debe a la dopamina? NO, terminantemente NO.
La predisposición si existe o no existe no nos marca de antemano, somos responsables en primera y última instancia de todos nuestros actos, dejemos de echar balones fuera y seamos quien y como queramos ser sin culpabilizar a factores que no atiendan a nuestro deseo y nuestra voluntad.