Alfonso Cuarón es el director de esta película que no tiene  desperdicio. En ella se retrata a dos de los tres personajes en su etapa de descubrimiento y crecimiento  sexual Tenoch (Diego Luna)  y Julio  (Gael García Bernal)  son dos jóvenes de 17-18 años que se embarcan en un viaje con una mujer 10 años mayor que ellos.

Las novias de los jóvenes se han ido a Europa de vacaciones. Y ellos salen a divertirse, su amistad es incuestionable, en un principio, claro, fuman marihuna, se masturban juntos… Estos jóvenes conocen en una boda a Luisa (Maribel Verdú) y para conquistarla la invitan a ir a una playa, inventada por ellos, inexistente, “Boca del Cielo”.  Luisa que ha recibido dos noticias de gran relevancia para su vida, la infidelidad de su marido y un cáncer terminal, acepta la  invitación sin comentarle nada de sus motivos a los dos jóvenes.

Y los tres comienzan a hablar de sus vidas mientras recorren el país y nosotros con ellos vamos viendo la tensión social que viven en México,  la presión  policial que se ejerce sobre los campesinos, las movilizaciones y todos los demás conflictos sociales que vive hoy en día este país.

Luisa y Tenoch tienen relaciones sexuales y por celos, Julio le confiesa a su amigo que él ha estado con la novia de éste. Luisa para parar “la tensión” entre  los jóvenes decide tener relaciones con Julio, lo cual lejos de ayudar agrava más la situación ya que esto hace que Julio le confiese a Tenoch que él también ha tenido relaciones con la novia de Julio. La amistad y sus pactos “de hombre” parece ser que jamás fueron respetados por ninguno de los dos, ambos dos, traicionaron al otro.

Poco a poco los tres personajes se van embarcando “en el viaje de la vida” hasta que ebrios los tres tienen relaciones. Pero la noche acaba y llega el día, y con él llega la luz y los jóvenes avergonzados se marchan a sus casas para ya no mantener nunca jamás la amistad infalible de la cual presumían.

Al año se encuentran y Tenoch le cuenta a Julio que Luisa murió de cáncer al mes de volver del viaje.

Un poco triste y mucha dosis de realidad y profundidad en esta película a veces lenta pero sin desperdicio alguno.

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