Siempre oímos hablar del maltrato del hombre a la mujer  y estadísticamente es verdad que la diferencia es abismal, las mujeres suelen ser las víctimas de la violencia de género o sexista, como ahora se denomina. Pero también es igual de cierto que algunos hombres, no muchos, viven en silencio este tipo de agresiones.

Viven ocultando lo que les pasa  porque cuesta creérselo, ¡les cuesta hasta  a ellos! y se sienten  avergonzados  de lo que les pasa. No se pueden imaginar contárselo a nadie , ni a su amigo más íntimo, ni a nadie de su familia.

El término “ violencia de género” se acuñó para diferenciar a este tipo de violencia de la violencia común . Y  según las Naciones unidas es aquella  “violencia física o psicológica que impacta de manera negativa sobre la identidad, el bienestar social, físico o psicológico, que se diferencia de otros tipos de violencia porque implica que está dirigido hacia la mujer” .Cuando se ha corregido el término “de género” por el “sexista” quizás quede mejor explicado, porque ya hace referencia a la violencia entre hombres y mujeres, aunque  abunde más un tipo que otro.

Hay varias razones por las que no se denuncian estos tipos de agresiones:

1-     Parecen poco importantes, ha sido un bofetón, un empujón, algún tirón de pelo, arañazos, agarrones…que generalmente dejan  poca huella física, al contrario de las agresiones a las mujeres.

2-     Para los hombres maltratados hay poco apoyo jurídico.

3-     Les da vergüenza que esa persona, más pequeña y menos fuerte les esté pegando, pero no saben o se atreven a pararlo.

4-     Se les atiende con recelo y suspicacia, con poca credibilidad.

5-     Tienen miedo a hacer el ridículo.

6-     Sentimientos de culpa. “A lo mejor yo la enciendo”…

7-     ….

Muchas son las razones  pero solo una misma realidad, estos hombres comparten con las mujeres maltratadas una vivencia que atenta a su autoestima, a su integridad física y a su salud mental.

Que hay que denunciar todos lo sabemos…¡Quéeno nos atrevemos, también! Desde aquí animaros a hacerlo, cada día atendemos en Albora Bide más hombres y mujeres que sufren en silencio.