Parece que la culpa con la sexualidad en sí misma ya nos viene dada, viene de muy lejos, casi parece que vendría inscrita en los genes.
El sufrimiento parece ser un valor en alza y el goce y el placer no venden, eso sí, no venden en lo social, porque en el ámbito privado…es otro cantar. Tú le puedes responder a un amigo lo triste y jodido que estás ante la pregunta saludo de “¿qué tal te va?” y tu amigo te escuchará, se apiadará y te consolará, ahora, responde con que te va genial, que qué suerte tuviste en…y no se alegrará junto a ti, ni lo festejará, lejos de ello…sentirá envidia o te acusará de chulo y prepotente.
Así pues todo lo que conlleve placer…no está bien visto. Pero centrándonos en la culpa sexual, y más concretamente en la de la masturbación, porque a veces el coito si es con fines reproductivos, ¡hasta la iglesia lo aprueba! Diremos que legitimizándolo y basándose en la ciencia pensaban que la masturbación provocaba ceguera, sordera, epilepsia, agotamiento, esterilidad,…e incluso…imbecilidad.
Vamos, que el miedo solía poner freno al onanismo, solo los valientes, los inconscientes y los que no podían frenar sus ganas se convertían en “pajeros”. Suerte que tenían. La Iglesia consideró pecado la masturbación, cuyo único fin era el goce y el placer, mientras que ella promocionaba el sacrificio para ganarse el cielo.
Hoy en día, aún vienen personas culpabilizadas porque se masturban, ¡cuando la práctica de la masturbación no afecta para nada negativo en nuestra salud!, todo lo contrario, puede relajarnos incluso y hasta dormir mejor.
Pero lo que importa para esto de la culpa es lo que la persona piensa de la masturbación. Si está bien o no, si se pasa pajeándose…y entonces es un pervertido,
No hay una frecuencia adecuada ni una forma adecuada, lo importante es que es una oportunidad de disfrutar de ti mismo, de conocerte un poco más,… Quita la culpa para que no se convierta en un pensamiento obsesivo en tu cabeza o en una conducta repetitiva que te condicione la vida. Porque ya sabes como va esto…cuanto más la quieres eliminar…más está en tu cabeza.
No le haces daño a nadie, ni a ti mismo, así que disfruta…que es gratis.