Preciosa película ambientada en la Dinamarca de los años 20. En ella se cuenta la historia del pintor danés Einar Wegener, el primer hombre que se cambió de sexo, lo que empezó como un juego entre su mujer y él se convirtió en algo profético.
Muchas son las críticas negativas que ha soportado la película, y nos preguntamos si es que las mentes conservadoras no soportan la dulzura y el amor de los protagonistas, tanto amor que gracias a él y por él puede someterse a dicho cambio de sexo el protagonista de la historia. Y es que cuando se ama… uno quiere lo mejor para el otro, aunque no sea lo mejor para ti.
En la película podemos ver al matrimonio Wegener, formado por Einar y Gerda, su maravillosa compañera de la Escuela de Arte, verdadera compañera de vida y de viaje a lo desconocido.
Ambos se casan en 1904. Trabajaban como ilustradores cuando Einar notó su gusto hacia los vestidos femeninos, un día tuvo que sustituir a una modelo y posó para su mujer, Gerda, vestido de mujer. ¿Qué hubiera pasado si la modelo no habría fallado a su cita? Será algo que jamás sabremos.
Pero lo que sí sabemos es que desde ese momento algo se movió en lo más profundo de Einar. Y Gerda comenzó a llamar Lili a Einar
En 1912 Einar vivía tranquilamente en Paris como mujer. Y se hacía llamar Lili Elbe. Pero necesitaba más que vestirse y sentir como una mujer… ¡quería vivir en un cuerpo de mujer!
En 1930 viajó a Alemania y se sometió a la primera de las cinco intervenciones a las que se sometería para su cambio de sexo. En la primera se le extirparon pene y testículos, tenemos que pensar de qué años estamos hablando y darnos cuenta que este tipo de cirugía estaba en pañales, posteriormente y ahí es donde la fastidiaron, intentaron transplantarla ovarios y útero, pero su cuerpo rechazó dichos trasplantes y se cree que es por alguna infección o reacción de rechazo. Lili fallece en 1931, siendo mujer.
Mucho amor, mucha emoción y, sobre todo, mucha aceptación se funden en esta película. Animaros, es una película diferente pese a todo.