Diciembre, cenitas de Navidad, mucha gente en los bares, un montón de ambiente,  tanto “ambiente” que pasa de ambiente a agobiante .

Pues para que os situéis aún más os seguimos contando: estamos en  nuestra cenita de Navidad, nosotras,  unas compañeras más ¡y casi todo Bilbao en el mismo bar!. ¡Tranquilos!  Luego íbamos a otro y parecía que volvíamos a estar con todo Bilbao, ¡nadie se lucró más que nadie!….

Bueno, pues ya puestos en situación, os imaginareis como estábamos… ¡como sardinas en lata! Detrás de nosotras y entre otras muchas personas y grupitos  había una cuadrillita de unos 6 chicos, nada discretos por cierto. Hablaban como para ser oídos  y se morían de la risa  y es aquí cuando el dicho de “Lo que hay que oír por tener orejas” cobró su máxima expresión.

Uno de ellos contaba cómo la noche anterior estando con su pareja se le había ocurrido usar los caramelos de la garganta Fisherman para chupetear a su pareja el clítoris y demás zonas erógenas, contaba con todo detalle cómo lo había hecho. Nosotras ya hacía un par de minutos que nos mirábamos las unas a las otras en silencio, eso  sí,  haciéndonos gestos y demás pero sin hablar para no perdernos nada.

Bueno pues el aventurero sexual contaba con todo detalle cómo se le había pasado por la cabeza usar sus caramelos para hacerle sexo oral a su churri, contaba que lo chupeteaba en la boca, sacaba el juguillo del caramelo y la chupaba con ahínco toda la vulva y el clítoris a su chica, que ésta decía sentir frío placentero  en la zona chupeteada y que llegó a un explosivo orgasmo. Posteriormente echaron un polvazo y que aparentemente ahí quedo la cosa. Pero cuando la chica al poco tiempo fue al baño a hacer pis… ¡ay ama! El escozor de la zona genital la sorprendió de golpe y porrazo. Entre risas de sus amigos pudimos medio entender que a él también hoy le escocía el pene, según él, el pito y bla, bla, bla…

Nos era difícil contener la risa a nosotras también. Lo que somos capaces de hacer por salir de la rutina, y no es que el chico lo hiciese mal, “quien no arriesga…no gana” pero en este caso pese al éxito de la batalla… jajaja.