Cuando uno está soltero o divorciado, ¡o algún casado adultero! y  sale al mercado, se va encontrando gente, y a veces gente interesante que sumamos a nuestra vida social. Y También hay  veces que sumamos gente a nuestra vida sexual, a esto le llamamos follamigo, un término que define a estas personas con las  que nos juntamos de vez en cuando para relacionarnos sexualmente.  Con estos follamigos generalmente solo nos vemos para esto, es decir,  no hay quedadas de cine, cenas, paseos,… incluso a veces no se conocen ni a amigos de la otra persona, ¡ya no digamos a la familia!  No hay responsabilidad alguna de uno para el otro.

Pero si bien en principio parece idílico, no hay que dar cuentas a nadie, no hay rutina porque suele haber más de un follamigo,…estas relaciones muchas veces acaban mal si uno de los dos se implica emocionalmente ya que la premisa de esta relación es la libertad afectivo-sexual del otro. Si esto no ocurre, se puede disfrutar durante bastante tiempo.

Tenemos que observar que la sociedad ha cambiado, tanto la mujer como el hombre son económicamente independientes, la relación entre ambos ya no se basa en la necesidad sino en el deseo de estar juntos, ya no tiene el sexo como objetivo la reproducción y por lo tanto se necesita de una pareja estable para hacerse cargo de la prole, se valora, quizá a veces por exceso, la libertad y la independencia, se ve muy pero que muy mal la dependencia emocional, se te ve débil si necesitas a alguien a tu lado.

Y luego a todo esto se suma internet, que nos facilita, por llamarlo de alguna manera, que el mercado de la carne sea muy fácil y asequible a todos, con un simple contacto cibernético nuestro nuevo follamigo, al que hace un rato hemos conocido en las redes sociales, y del que no sabemos nada más que lo poco que nos hemos contado por internet y al que jamás habíamos visto hasta ahora ¡se mete en nuestra casa y en nuestra cama! Nuestra intimidad cada día es menor, exponemos nuestra vida en el facebook, incluyendo fotos, amigos, familia ¡y hasta trabajo!

Y que quede claro que todo está bien  si todos están contentos, si el acuerdo es tácito y no hay segundas intenciones en alguno de los dos, como por ejemplo “bueno yo acepto esto y a ver si se enamora de mí y ya somos parejita formal”, si es así , si quieres algo más con esa persona, sincérate y no inicies algo en lo que puedes sufrir enormemente.

Y lo positivo de las “relaciones múltiples” es que baja la ansiedad de tener pareja y se supone que elegirás con menos presión porque no se está solo en realidad y decidirás desde la tranquilidad.