El jueves pasado tomando algo a la tarde noche, con amigos, les comentábamos que íbamos a escribir un artículo sobre el balanceo tibetano y nos decía uno de nuestros amigos: “no, no, escribir sobre la cangrejera”. “Para el siguiente viernes lo hacemos”, así que como tenemos palabra…¡ahí va!
¿Qué era eso? Para nosotras era algo de lo que jamás habíamos oído hablar. Y allí que nos cuenta: “pues si, las chicas sudamericanas tienen una técnica de succión del pene con la vagina que no sabéis qué gusto que da”. Es decir, se trata de hacer una aspiración, tipo aspiradora del pene mientras se realiza el coito. Pero para ello hay que tener el tono muscular vaginal en forma, sino no seríamos capaces de aspirarlo ni de contraerlo.
Y nosotras ni cortas ni perezosas cuando nos lo contó le dijimos: “¡anda!, eso también se puede hacer con la boca! Nada más fácil de hacer y muy placentero, por cierto, ya que a la vez que se succiona el pene, es inevitable apretarlo más con la boca e incluso favorecer un poco la erección (la boca haría como los instrumentos de vacío que se usan en numerosas ocasiones para erectar el pene flácido).
Y si bien es verdad que el suelo pélvico, su tonificación, con ejercicios de Kegel y /o bolas chinas, pueden mejorar notablemente nuestro goce e incluso despertar esa zona a veces anestesiada, da la impresión de que siempre lo hacemos por y para el otro, en vez de para nosotras mismas.
En repetidas ocasiones venimos a decir, de múltiples formas, que el placer es responsabilidad de cada uno. Nadie puede, si tú no estás dispuesta o dispuesto, hacerte disfrutar, en última y primera instancia… ¡ eso es cosa tuya!
Fortalece tu suelo pélvico porque además de prevenir o corregir la incontinencia de esfuerzo lograrás sentir más vaginalmente e incluso será más fácil poder llegar al orgasmo vaginal, cosa que es prácticamente improbable que ocurra si tu musculatura está laxa.
Así que chicas…¡a tonificar el suelo pélvico! Y a preocuparnos un poco de nuestro placer y de cómo poder mejorarlo.
El próximo día os contaremos otra técnica que navegando por Internet hemos encontrado “La pinza birmana”.