¿Sabes que muchas de las técnicas sexuales que usamos, algunos habitualmente y otros de forma ocasional o por rebote, vienen de Oriente, de Asia más concretamente?

¿Será que en Asia se juega más? Ay, lo que tenemos que aprender los occidentales, sobre todo los heterosexuales. Nos comentaban unas pacientes lesbianas que no entendían la rapidez de las relaciones en las parejas heteros, y nos preguntaban si disfrutábamos  así, pasando de forma tan rápida al coito.

Y es que es verdad que vamos muy al grano y que ésta es una de las razones por las que acabamos en rutina y por ende, en falta de deseo.Sabemos quó va a pasar de antemano y cómo va a acabar la historia, siempre es lo mismo si la relación se basa en 75% coito y con suerte 25%  en  juegos eróticos . Y si a esto le sumamos que en el coito la mujer es donde menos siente… 75% de no sentir mucho se traduce en pereza a iniciar una relación sexual.

Bueno pues hoy vamos a proponeros un juego coital, lento, muy juntos para sentir y concentrarse en el momento presente y poder embriagarse mutuamente.

Os hablamos del balanceo tibetano.

Suena bien, ¿eh? Pues vamos allá, ¿en qué consiste? Pues se trata de realizar el coito en la siguiente postura y de la siguiente forma. El hombre se sienta en la posición del loto, y ella sobre él, introduciendo su pene dentro de ella y enroscando sus piernas a su alrededor, de forma que la pareja quedan pegados el uno al otro. Y comienzan a hacer un coito lento y con balanceo, moviendo sus cuerpos al unísono.

Juntan sus bocas, sin despegarlas en ningún momento y sincronizan  ambas  respiraciones al revés junto con el movimiento coital. Es decir, cuando ella inhala el aire se mece hacia delante contrayendo los músculos vaginales, y él lo exhala, y cuando se mece hacía atrás  lo expulsa y relaja los músculos vaginales y él por el contrario, inhala el aire.

El balanceo ya sabéis que tiene un efecto hipnótico, así que os proponemos que este finde os hipnoticéis con vuestra pareja y os embriaguéis de sensaciones.