Hace poco tiempo os hablabámos de las estaciones cómo afectaban al deseo. Vamos a reincidir en este tema.
Con la llegada del calorcito, nos quitamos la ropa extra que hemos llevado durante meses, de Noviembre a Marzo no se nos ven ni los dedos de las manos, aquí en el norte, y cuando las temperaturas van subiendo… la ropa va cayendo. Los ojillos tienen más cosas bonitas para mirar, se incrementa el estímulo visual.
Luego tenemos más horas de día con lo cual al salir del curro muchas veces quedamos con amigos y vamos a tomar algo, nos socializamos más, no tenemos tantas ganas de irnos a casa, apetece disfrutar de la tarde, con lo que el conocer a alguien se ve facilitado.
Un dato curioso que hemos encontrado en Internet es que el calor aumenta la producción de testosterona en el hombre y de estrógenos en la mujer, y con ello aumenta la posibilidad de un encuentro sexual ya que el deseo sexual aumenta.
Por otro lado, tanto en hombres como en mujeres aumenta la secreción de endorfinas y cuando uno está contento se ha demostrado que el deseo sexual también aumenta. Vamos más felices y más satisfechos sexualmente parece ser que en otoño e invierno.
Y ojo al dato, parece que son los madrileños los que más aumentan su deseo sexual en la época estival,…¡si es que hace un calor en Madrid en estas fechas!
También es verdad que empieza la época de vacaciones y esto nos hace coincidir más con la pareja, no estamos tan cansados y baja el estrés y todo ello repercute de forma positiva en nuestro deseo. Recordar que las personas necesitamos parar y descansar para que nuestra salud mental no se deteriore.
Pues nada, ya sabéis, a disfrutar del veranito.