¿Te has parado a pensar si te afecta la estación del año en tus relaciones sexuales? Cuántas veces oímos: “A mí en invierno me da una pereza… quitarte la ropa con el frío que hace”. “Con el calor no puedo, menudo agobio… solo pensar en que voy a pasar más calor, el sudor…”.
A cada persona el calor o el frío le afecta de una determinada manera y ello favorece o elimina el deseo sexual. El invierno normalmente lo que hace es aumentar la intimidad, crear un ambiente más propicio, ya que el frío nos ayuda a quedarnos en la cama, a juntarnos y a sentir el calorcito de tu pareja cerca, con lo que es más posible el abrazo, los besos, las caricias… Las emociones, el acercamiento parece que van más ligadas a la época de frío y ello hace que aumente la posibilidad de tener relaciones sexuales.
El verano, tan deseado, pues tiene también lo suyo. El buen tiempo, verano unido a momento de vacaciones, de descanso… posibilita el acercamiento. Aunque si las temeperaturas son muy altas pueden tener el efecto contrario de no querer hacer ningún sobreesfuerzo, ya que el calor en muchas personas no es tolerado de buenas maneras porque provoca agobio, bajonazo, se sienten sudadas, y ello dificulta que el deseo sexual aparezca.
También es una época que muchas veces provoca más cansancio. Si es una pareja que tiene hijos, que están por ahí de vacaciones, el estar 24 horas seguidas con ellos, de aquí para allá hace que cuando llegue el momento de estar solos, el cansancio es tal, que priorizan el descanso. Muy entendible, por cierto. Pero, habrá que buscar otros momentos porque si no esa parte íntima va perdiendo protagonismo. Y la pareja se va acostumbrando a no tener relaciones sexuales.
Por otro lado, el verano favorece el poder tener escenarios diferentes. Llevamos menos ropa, con lo cual hay más contacto de piel con piel, que por cierto al estar más morenita nos hace sentirnos más favorecidas; el estar en la playa, el darnos un baño juntos da pie a juguetear o algo más; el monte, disfrutar con todos los sentidos en esos paisajes alucinantes; en casa, no estamos como la cebolla, con un montón de capas de ropa encima… Y tenemos la ayuda del sol que nos ayuda a segregar determinadas hormonas que van a ayudarnos en nuestro deseo.
Ahora iniciamos, esperemos,… el verano, el tiempo de calorcito. Aprovechémoslo para acercarnos a nuestra pareja y para invertir en nuestra intimidad. Eso va a beneficiar a la relación en todos sus aspectos y hará que el invierno sea más calentito.