Quien no haya tenido alguna vez sexo por teléfono…, ¡que levante la mano! Que en este caso el cuerpo a cuerpo marca la diferencia está claro, pero… cuando no hay más… ¡contigo Tomás!
¿Cómo se divulgo esta práctica? Por las líneas calientes profesionales, donde tú llamabas y una voz sensual te encendía sexualmente y te ayudaba a “apagarte” .
Y como todo en la vida y en otras áreas lo profesional pasa a casa y se convierte en una opción para favorecer la fantasía y salir de la rutina, nos facilita el inventar y a disfrutar de nosotros mismos con “ayuda” del otro.
Una vez tuvimos en la consulta a una pareja que vivía, por razones laborales, a kilómetros de distancia, se llamaban por teléfono y… ¡tenían sexo! Hoy probablemente pondrían una web cam, pero hace un tiempo, y de esto no hace tanto, eso no era posible o no tan habitual, ahora ya los ordenadores vienen con cámara incorporada y eso facilita. Pero antes el teléfono era el único recurso.
Hoy en día gracias a Internet es posible mantener una relación en la distancia, nos podemos ver y hablar en tiempo real. La tecnología nos ofrece muchas posibilidades.
Otras veces “tiramos” de teléfono porque es cómodo, ¡y no se nos ve! Estamos tumbados en el sofá, con ropa de casa, el pelo revuelto,… si somos chicas desmaquilladas…y no nos apetece para nada ser vistos. Pero cuando describimos como estamos… nos presentamos estupendos y deseables, aún con pijama le susurramos que llevamos esa ropa interior que tanto le gusta, esa camisa… buffffff. Al teléfono todo es posible y sin la visión recreamos la imagen que el otro nos da en nuestra imaginación ¡y la hacemos tan excitante! Y sin embargo… la palabra y el cuento erótico que nos contamos es excitante y sí nos apetece.
Otras veces es porque el lugar donde estamos no tiene tantas posibilidades y en cambio todos llevamos un teléfono a mano.
En fin, el sexo telefónico es un recurso más a la hora de tener sexo. Y recordar que muchos pagaron y pagan para que una voz les susurre cositas calientes “ a la oreja”, auricular telefónico en mano.
Vosotros tenéis la decisión ¿lo probáis?