Estamos acostumbrados a oir que las vacaciones son un período peligroso para la pareja. Las estadísticas después del verano sobre parejas que se separan no son nada favorables para las relaciones.

Es verdad que las vacaciones, al estar tanto tiempo juntos, puede favorecer a que los encontronazos aumenten. Pero, esto en parejas que se llevan bien no significa problema ya que tendrán los recursos necesarios para poder solventarlos. Ahora, si la pareja está pendiente de un hilo, pues seguramente las vacaciones pueden llegar a ser el detonante que haga romper o llegar a replantearse la relación.

Las vacaciones a parte de deseadas son necesarias. Como decimos a nuestras parejas en consulta “os la recetamos”. Es también el momento donde se puede invertir mucho más en la intimidad, con más tiempo para el sexo, que se verá favorecido porque no tenemos obligaciones, horarios, hacemos cosas diferentes y estos ingredientes son estupendos para tener sexo.

Pues en referencia y apoyo a esto que os estamos contando se ha realizado un estudio desde la U.S. Travel Association que ha demostrado que “las parejas que viajan juntas tienen una mejor vida sexual y más romance en su relación de pareja, comparados con los que viajan separados”.

El poder planear las vacaciones juntos repercute en una relación más saludable, con mayor comunicación, donde se comparten las ilusiones y los sueños, lo cual, aunque sea repetitivo, hace que la intimidad se acreciente llevándonos a relaciones sexuales más satisfactorias.

Pensar en las vacaciones es muy recomendable. Es una forma de crear serotonina, o sea, de tener un momento de placer muy pero que muy agradable.

Asi que, a la vuelta de la esquina tenemos la Semana Santa con lo que ya podemos empezar a planear. No importa a dónde ni cuánto tiempo. La desconexión es lo importante. Y mientras tanto, siempre tenemos la posibilidad de hacer pequeñitas escapadas de fin de semana, que también nos van a ayudar.