Vamos al gimnasio y sufrimos, eso sí, con gusto, y además… pagamos para hacerlo. Muchas veces nos hemos preguntado si haríamos tanto y “mojaríamos tanto la camisetita” si en vez de pagar por hacer, nos pagasen a nosotros por ir y hacer.
Bueno, pues parece que a partir de ahora vamos a ir más a gusto, vamos a calentar con más ánimo en la bici, y el dinerito que nos cuesta ir al gim…va a quedar más que amortizado. Cuerpo en forma y… sonrisa en los labios, ¿Quién da más?
Nuestro querido Alfred Kinsey (investigador de la sexualidad humana muy pero que muy adelantado a su época) ya aseguraba en 1953 que más de un 5% de las mujeres a las que había entrevistado para sus estudios llegaban al orgasmo haciendo deporte.
Posteriormente y siguiendo un poco las investigaciones de Kinsey, se ha visto que el 20% de esas mujeres que “disfrutaban” con el deporte estaban haciendo bicicleta. ¡Ahí le es nada! Pedaleando, pedaleando, inocentemente y sacrificadamente… orgasmo va, orgasmo viene, ¡así veíamos a algunas tan sudaditas ellas y con esa sonrisa estupenda!, mientras las demás hechas polvo y no con cara de haber echado uno.
Bueno pues parece ser que el truquillo está en la forma de sentarse sobre la bici. Atentas, chicas, hay que sentarse adelantando el cuerpo lo más que se pueda sobre el manillar, de esta manera la zona genital tiene más fricción sobre el asiento y…
Vamos, que ya no tenemos excusa para darle al pedal, ya sea en el gim o aprovechando que se acerca ya la primavera al aire libre, eso si, si es al aire libre cuidado con los demás vehículos que podemos despistarnos demasiado.
Pasarlo bien.