Antes de tener un encuentro sexual, ¿hombres y mujeres nos preocupamos de lo mismo? ¿Somos más exigentes las mujeres a la hora de cómo tenemos que estar en una relación sexual? ¿Ellos pasan más de determinados detalles?
Si no tienes pareja estable, es cierto, que la persona cuida más ciertos aspectos, que en relaciones largas, muchas veces quedan en el baúl de los recuerdos. A todo el mundo nos gusta estar lo mejor posible, ¿no? Pero, hay aspectos que en ocasiones pasan desapercibidos para ellos y por los que nosotras “sufrimos” mucho. El listón nos lo ponemos muy alto y eso siempre va a conllevar pagar un precio demasiado alto.
En consulta, son muchas las chicas que los kilos de más les hacen ir por la calle de la amargura, hasta tal punto que sus relaciones tienen que ser con la luz apagada, tapadas, no se permiten determinadas posturas porque si no “las carnes cuelgan”, “las tetas se me desparraman”… Y resulta que luego a ellos esto “a la hora de” no le prestan atención…
El aspecto físico… ¡cuántos quebraderos de cabeza nos da! Y, es curioso, porque luego cuando preguntamos a las chicas si les importa cómo esté físicamente su pareja, pues tampoco le dan importancia. “No me importa que tenga barriguita, ni que tenga pelos,…”.
Pero ellos, a la hora de tener sexo, normalmente no se detienen, por ejemplo, hablando de pelos, a si estás bien depilada o no. Si lo estás bien, pero si no, no dejes de tener sexo porque no te hayas depilado. Y lo decimos, aunque os suene raro, porque nos lo dicen así de claro. “Si no estoy depilada ni se me ocurre”.
Otro tema, los olores vaginales. Hay momentos del ciclo en que el olor es más intenso. Y hay muchas mujeres que no lo soportan. Utilizan cualquier gel íntimo o se perfuman para esconder su olor. En cambio a ellos el olor les encanta. Las feromonas les ponen. Y a nosotras también. Debemos de darnos permiso. Siempre que haya una higiene, el olor es nuestro y no es desagradable.
Siguiendo con la vagina, ¿cuántas veces te has avergonzado por que tu vagina hace ruiditos? Los llamados “pedos vaginales”, el aire que se produce, a veces, por la penetración, el bombeo, en determinadas posturas. Pues ellos no te van a decir nada desagradable por ello. Es algo totalmente natural.
¿Y las caras que ponemos cuando estamos sintiendo placer y al llegar al orgasmo? Cuántas apagan la luz, se tapan con las sábanas o llegan a reprimir los gestos porque piensan: “menuda cara que se me pone…”. ¡Vivan los gestos y las caras! Síntoma de que te lo estás pasando de cine y que no estás reprimiendo nada. Y encima él lo percibe como una recompensa, al igual que si esas caras van acompñadas de gritos, gemidos… da rienda suelta a todas tus sensaciones. El se va a sentir orgulloso de lo bien que te lo está haciendo pasar y de lo bien que se lo está pasando.
¿Piensas que tardas mucho en llegar al orgasmo? No pasa nada. Mientras llegues… Más tiempo para disfrutar. El no te va a decir nada. Otra cosa es que no consigas orgasmo, entonces sí, busca el motivo por el que no puedes.
Dejaros llevar por lo que sentís- El placer es el mejor hilo conductor que existe para saber por dónde ir.