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lurdes y mertxe

Esto va de sexo

Los olores en el sexo

 

¿Cuántas veces hemos hablado del deseo? ¿Cuántos problemas genera el deseo? La respuesta es: muchas veces y muchos problemas. El deseo es muy susceptible de verse afectado por cualquier cosa o cosita. El objetivo del deseo es cumplirse y si no, se frustra y acaba desapareciendo. Así que como solemos decir, hay que cuidarlo y mimarlo lo más y mejor posible.

Es fácil pero a veces no tan fácil. Hay que saber dejarse llevar y cuando aparece, siempre y cuando ese deseo no vaya en contra tuyo, pues adelante.

Hoy nos vamos a centrar en un punto, el de la higiene en el sexo y los olores, (que ya lo hemos comentado en algún post anetrior, pero es que últimamente lo estamos viendo muy a menudo), y cómo nos condiciona y llega a entorpecer el curso del deseo.

Muchas de vosotras y algunos de vosotros os podéis identificar con ello. En consulta, nos encontramos con más casos de chicas que de chicos.

Estás con tu pareja y  aparece el deseo, ¿qué haces? Te dejas llevar y atacas o para lanzarte primero repasas si estás “en condiciones de”: estoy duchada, está duchado, estamos en un lugar apropiado,…  Esto parece muy artificial, ¿verdad? Puede parecerlo pero es la realidad de lo que le ocurre a muchas personas.

La pareja puede estar ya calentando motores y de repente te dicen: “venga, vete a la ducha y seguimos” ó “espera que me doy una duchita rápida y seguimos”. ¿Cómo te quedas? Si te dicen que te vayas a la ducha, y tú no lo consideras necesario, piensas, “no me lo puedo creer”, bajonazo, y lo mismo si tienes que esperar a que se duche. El deseo en esos momentos se va, y vete a saber si vuelve.

Para muchas personas es implanteable tener sexo sin antes ducharse. Lo del “Aquí te pilo, aquí te mato”, impensable. El estar limpias/os es una condición sí o sí, ya que te dicen que es imposible porque si no están recién duchadas, el olor de los genitales no lo aguantan, que huele mucho. Pues claro que huele, el deseo hace que todo se active, el latido, la respiración y también los olores corporales… Y, ¿qué? No es cuestión de higiene, son las hormonas que están haciendo su función. Debiera ser al revés. Aceptar tus fluidos, olores y hacer que eso aumente más tu deseo. Las feromonas tiene esa función de hacer que sea una atracción para la otra persona y al mismo tiempo para ti. Los olores tanto del pene como de la vagina son auténticos estimulos sexuales. Las señales de las feromonas son detectadas a través de un ógano que se encuentar dentro de la nariz y que es llamado Organo Vomero Nasal. Cuando este órgano detecta la feromona, envía una señal de respuesta sexual al cerebro. Así que vamos a intentar dejarnos llevar por él ya que nos va a llevar a buenos caminos.

 

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Por Lurdes Lavado y Mertxe Gil

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