¿Cuántas veces habéis pensado en poder tener sexo con otras personas sin que esto suponga un problema para tu pareja? Es decir, estamos hablando de funcionar como una “pareja abierta”, aquellos que acuerdan poder tener encuentros sexuales con terceras personas. La infidelidad como tal aquí no tiene cabida porque el encuentro sexual es permitido.

Este tipo de relación tiene muchos atractivos y es muy apetecible, de primeras. Pero como todo en esta vida conlleva sus riesgos.

Lo que acuerdan las parejas abiertas es el poder tener relaciones sexuales con terceras personas sin necesidad de ocultarlo a la otra parte. Una de las condiciones que establecen es que no se pueden enamorar de la otra persona. Pero esto, ¿quién puede asegurar y firmar que no le va a ocurrir? Las personas no somos robots, ni ordenadores que con sólo apretar una tecla, la orden ya está cumplida. Funcionamos a través de las emociones, de los sentimientos y estos son difíciles de controlar. Aparecen cuando menos te lo esperas, siempre que se den las condiciones adecuadas.

Pero claro, imaginaros que estás en casa, haciendo tus cosas, y llega tu pareja y te dice que viene de tener un encuentro sexual. Hay que estar bien preparado para sobrellevarlo, ¿eh? La primera alarma que salta son los celos. Hay personas que de primeras creen que pueden controlar los celos pero en el momento que llega a casa y te lo cuentan. ¿Es posible quedarse tal cual? Las reacciones ahí, muchas veces inconscientes, son muchas,  tratar peor a la persona, con malas contestaciones, enfados sin motivos, cambios de humor radicales,…

Una de las motivaciones para establecerse como pareja abierta es que de esta manera se rompe con la monotonía. Pero también es cierto que con el tiempo todo llega a poder convertirse en rutina. Y el poder tener acceso a las aventuras sexuales también llegaría a convertirse en una rutina y a perder su atractivo, por imposible que parezca.

Vamos que tampoco es la situación ideal. De hecho, los últimos datos que han salido nos dicen que tres de cada cuatro “parejas abiertas” rompen en menos de dos años. Con lo cual…

Quizás eso que se busca como ideal no es posible…