Siempre hablamos de nuestro derecho a la intimidad, desde lo más casero, que nos toquen la puerta antes de entrar, que no cotilleen cosas personales  a que ¡y menos que no cuenten nuestras intimidades sexuales o personales de forma indiscriminada!

La creación de La Ley de Protección de datos nos garantiza nuestra privacidad médica, laboral,… La Constitución Española de 1978 dice textualmente  en el artículo 18: “se garantizará el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen….”. Y entiende que el honor hace referencia  a aquellos bienes  que tienen que ver con la estimación de la persona en y por la sociedad y contribuyen a configurar su “status” social, el que cada uno tiene por honor. La intimidad la entiende como  aquella  que pertenece a la esfera secreta y reservada de la persona que debe ser protegida contra las intromisiones ajenas, y  la propia imagen tendría que ver con la posibilidad de poder decidir la reproducción de nuestra imagen personal en determinados medios, así como su divulgación y exposición.  

Y nosotras lo  que hoy nos y os preguntamos es, ¿de verdad existe dicha intimidad? ¿Cuidamos nuestra propia imagen?

Hacemos público lo que antes era privado, Facebook abre las puertas de par en par de toda nuestra vida, nuestros amigos, y los amigos de nuestros amigos y…vete a saber quién ve nuestras fotos de familia, de vacaciones, compartimos pensamientos, ideologías,…de forma totalmente indiscriminada.  

Pero la revolución llego con WhatsApp, chateando mandamos videos, fotos,…en segundos y no siempre todo lo que enviamos es mostrable. Con nuestro propio teléfono nos sacamos una foto contra un espejo y de la misma… la tiene quien queremos la tenga, creamos y editamos nuestros propios videos y exactamente igual… en segundos ¡zas! a mil kilómetros de distancia  o a unos metros. Y bueno… todo esto es de forma voluntaria. Pero, ¿sabemos  lo que la otra persona va a hacer con aquello que le hemos enviado? Imaginar por un momento que es la persona con la que estáis en estos momentos, le habéis mandado unas fotos comprometidas y rompéis con esa persona, no quedando de muy amigos… ¿Creéis que mandará a la papelera dichas fotos? o ¿las distribuirá alegremente?.

Hoy en día lo más íntimo que tenemos es nuestro ordenador y nuestro móvil, ¿os imagináis perder el móvil? ¿Qué descubrirían de vosotros y vosotras?

Vamos que aunque estamos con los tiempos… nos asusta lo reducida que está quedando nuestra intimidad con tanta tecnología usada sin medida. Creamos leyes para protegernos y resulta que de nosotros mismos nos desnudamos al mundo. En fin,… la contradicción del ser humano.