¿Te gusta besar? ¿Te gusta que te besen? ¿Te acuerdas de tu primer beso? Ese primer beso es casi, casi inolvidable, ¿verdad? Normalmente antes de dar o que nos den nuestro primer beso, éste ha sido imaginado muchisímas veces con todo tipo de detalles: quién nos gustaría que nos besase, a quién nos gustaría besar, cómo habrá que poner la boca, qué hacer, lo haré bien… Luego llega ese primer beso y es especial. Se cumple ese deseo, eso con lo que tantas veces habías estado fantaseando. ¡Cuántos besos hay en los comienzos de relaciones! ¡Cuánto nos gusta besar! Es un momento de total intimidad, donde transmitimos el cómo estamos, lo que sentimos, lo que os hacen sentir… Es eso que solemos decir, “es que me lo/la comería a besos”. “Me encanta”.
Pero, ¿los besos a lo largo de la relación continuan en la misma proporción? ó ¿van cambiando y van siendo besos diferentes? Está claro que no es lo mismo besar a una persona con la que llevas cinco años que besar a una persona a la que acabas de conocer. En el primer caso ya nos conocemos tanto y hemos vivido tanto juntos, que los besos están condicionados, o no tienen esa carga emocionante, donde te puede recorrer una corriente eléctrica en el momento en que tus labios se acercan a los de esa persona que es nueva para ti y a la que estás deseando besar. Ya decimos que es el primer gesto de acercamiento, de iniciar la intimidad. Cuando dos bocas se juntan se están movilizando muchas partes del cerebro y estamos trammitiendo un montón de mensajes a diferentes partes del cuerpo. Y se transmite bienestar, emoción, amor,…
Es algo a lo que deberíamos darle su espacio y tiempo. Pero no ocurre así. Muchas son las personas que se quejan y reprochan que ya no me besas o que ya no nos besamos cómo antes. Con lo ricos que son los besos. Y es muy terapéutico. Ya os hablamos en su día del origen del beso. Y hoy queríamos hacer un recordatorio de que es importante besarse. Que después de un beso no tiene que haber más cosas que tú no quieras que haya. Que no tiene porque significar el comienzo de una relación sexual. Que hay que saber disfrutar simplemente del besar por besar. Los besos que se dan con emoción, con pasión son besos muy saludables, que nos provocan un mayor acercamiento a nuestra pareja, aumentamos la complicidad, liberamos oxitocina, la hormona del placer, nos quita el stress, genera endorfinas… Y qué decir en estos tiempos que corren,….vamos a practicar el besarnos, que es gratis y con muchos beneficios.
De todos modos cuando estés en pareja y no te guste besar ni que te besen, párate a pensar qué te pasa, qué necesitas o si han cambiado tus sentimientos…